Concedido por la Asociación Gallega de la Empresa Familiar
Babé y Cía, premio Familia Empresaria de Galicia
La empresa de transporte Babé y Cía recibió este martes el XI Premio Familia Empresaria de Galicia, que concede la Asociación Gallega de la Empresa Familiar.
El presidente de la compañía, Javier González-Babé Ozores, ha recibido el galardón de manos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien ha loado su arraigo en Galicia durante sus casi 130 años de historia. González-Babé Ozores ha agradecido la "generosidad" de la Asociación Gallega de la Empresa Familiar. al concederles este reconocimiento y ha hecho patente el "orgullo" que le supone una distinción así para honrar la trayectoria de la empresa de su familia.
Constituida en 1887 en Vigo para dedicarse al sector petrolero, con el tiempo Babé y Cía se especializó en el sector del transporte. Hoy, seis generaciones después y todavía en completa la propiedad de los miembros de la familia González-Babé, la empresa genera un volumen de negocio cercano a 30 millones de euros y emplea a unos 300 trabajadores.
Contribución de las empresas familiares
A lo largo de su intervención, Feijóo aseveró que la economía de Galicia no podría entenderse sin la contribución de las empresas familiares. No en vano, estas llegan hasta el 85% del valor añadido bruto de nuestra economía, 28 puntos por encima de la media española; las empresas familiares de origen gallego suponen 69 de las 100 mayores empresas de este país; y las empresas familiares fueron las que mejor resistieron la crisis, “y no sólo mantuvieron el empleo, sino que fueron capaces de incrementarlo en casi un 1,5%”.
El titular de la Xunta concluyó haciendo hincapié en que la vocación de permanencia a lo largo del tiempo y a través de las generaciones es algo que también caracteriza a la empresa familiar. “Las empresas familiares se cimientan sobre el largo plazo”, aseveró, haciendo hincapié en que las empresas familiares son sostenibles, “porque prefieren el crecimiento seguro y racional que las inversiones arriesgadas, están vinculadas a la tierra que las vio nacer, “lo que no significa que no puedan vender en el exterior, internacionalizarse, y tienen unos sólidos valores, “que garantizan su continuidad de generación en generación”.