La alternativa innovadora y sostenible para la construcción de muelles portuarios, islas artificiales y otras infraestructuras portuarias desarrollada por la empresa Enxa Galicia se convirtió en una de las protagonistas del evento, celebrado entre el 17 y el 19 de octubre. El congreso tuvo como principal objetivo el intercambio de  conocimientos y experiencias con profesionales de otros países propiciando la difusión de nuevas y diferentes soluciones a los problemas técnicos que surgen en este tipo de construcciones. El Comité Técnico de la ATPYC seleccionó un total de 23  proyectos, entre los cuales se encontraba el sistema Pilote Lámina, desarrollado en Galicia y cuya primera plasmación tuvo lugar en el puerto de Vilanova de Arousa en el año 2015.

El sistema Pilote Lámina ha sido desarrollado por los ingenieros investigadores Carlos Núñez y Alberte Castro, de la Universidad de Santiago de Compostela, Gregorio Iglesias, de la Universidad de Plymouth, y Emilio García, de la Autoridad Portuaria de A Coruña, quien fue el encargado de presentar los pilares en los que se basa el sistema, los objetivos alcanzados en la actuación de Vilanova.

Las ventajas que presenta el Sistema Pilote Lámina frente a las construcciones tradicionales pasan por una disminución del coste (menor consumo de materiales y nula inversión en maquinaria especializada), un plazo de ejecución de la obra más corto (más trabajo en el taller, con maquinaria sencilla y ligera), facilidad en su implementación dada la sencillez de la maquinaria, y una obra más respetuosa con el medioambiente ya que no necesita dragado para el tratamiento del lecho marino  y precisa de menos consumo de materiales. Esto implica una disminución de la huella de carbono y, por lo tanto, del impacto de la obra.

Cambio de criterio para dar paso a la innovación

A pesar de las buenas críticas recibidas, las Administraciones restringen la aplicación de este tipo de innovaciones en las licitaciones públicas, por lo que desde Enxa Galicia se espera que los criterios cambien para que se permitan variantes técnicas que se han demostrado como beneficiosas. De forma que estos proyectos, fruto de inversiones que se realizan en  I+D, tengan la oportunidad de competir con las soluciones tradicionales, lo que facilitaría poder seguir invirtiendo en investigación.