El director xeral  de Planificación e Orzamentos compareció en comisión parlamentaria, a petición propia, para informar sobre la posición de Galicia ante de la revisión del actual modelo de financiación aprobado en 2009, recordó que el actual sistema no es satisfactorio y no cumplió sus objetivos, y de hecho la Xunta siempre mostró su disconformidad con algunos de sus elementos. Como ejemplos citó la nivelación parcial, la evolución dinámica que perjudica a las comunidades que pierden población o la infraponderación de la dispersión y del envejecimiento en la población ajustada.

Miguel Corgos informó de que Galicia viene trabajando con normalidad dentro del grupo de trabajo que analiza la aplicación del actual sistema, constituido en enero de 2014. Tras el informe elaborado por el comité de expertos, en este momento se están realizando debates quincenales por áreas en los que participan las comunidades y el Gobierno central.

Sobre la posición de Galicia, el director xeral incidió en que el sistema de financiación tiene que conseguir una igualación plena entre las necesidades de los ciudadanos de cada comunidad autónoma y los recursos asignados a cada una de ellas. “Los ciudadanos tienen idénticos derechos con independencia de su lugar de residencia, por lo cual el modelo en su conjunto debe garantizar la cobertura del total de los servicios públicos a financiar”, señaló.

Propuestas que defiende Galicia

Además, detalló las propuestas que defiende Galicia respecto de las variables moduladoras de la población indicativas de las necesidades de gasto. Corgos insistió en la importancia de incorporar nuevos tramos de edad en el gasto sanitario o de ponderar el impacto económico de la dispersión en el campo educativo, que hace que –por ejemplo- Galicia soporte el 22% del gasto en transporte escolar pese a contar sólo con un 5% de los usuarios de educación no universitaria.

También defendió la creación de más de un grupo de edad en el campo de la dependencia, toda vez que los datos del sistema de atención a la dependencia acreditan la concentración de usuarios y la intensidad de los servicios y prestaciones que se necesitan de forma creciente desde los 65 años.

Fortalezas

Miguel Corgos también citó algunas de las fortalezas que tiene Galicia ante este proceso. Entre ellas, destacó que la situación de solvencia de las finanzas gallegas permite “negociar sin ansiedad, esperando el momento adecuado para la mejor defensa de sus intereses”, y señaló que la propia idea de insolidaridad “resulta difícil de entender”.

En este sentido, el representante de la Xunta destacó los “importantes puntos de acuerdo” que ya existen en este momento entre Galicia y otras comunidades con población envejecida. También incidió en que la propuesta de Galicia entronca con la filosofía del anterior sistema “superándolo para mejor”.