El objetivo de los Premios Europeos de Desarrollo Sostenible de la Asociación Europea de Áridos (UEPG)  es mostrar y reconocer públicamente el compromiso de este sector industrial con el desarrollo sostenible y los altos estándares de excelencia que se persiguen para la preservación del entorno natural, implementando buenas prácticas medioambientales, la seguridad y salud en el entorno laboral, el compromiso social, la contribución económica, la comunicación y la biodiversidad. 

Ha sido la Federación Española de Áridos, que previamente había premiado a Erimsa por estos dos proyectos, la que presentó las candidaturas en Bruselas, que compitieron con otras 51 candidaturas de 13 países. 

Ambos galardones suponen un respaldo a la minería "moderna y sostenible" que pone en práctica Erimsa, señala la compañía en un comunicado, en el que se destaca "el método de cribado de terreno que se aplica en la comarca de Ordes desde hace más de treinta años sin ningún tipo de incidencia". Este sistema permite compaginar la labor de la empresa con las actividades económicas tradicionales de la zona: agrícola, ganadera y forestal.

La labor de Erimsa se ejecuta en paralelo a la restauración de los terrenos. El primer paso es el desbroce de la vegetación, excavación, y simultáneamente, acopio temporal de esta materia.  A continuación, la extracción y el cribado del cuarzo. Finalmente, se rellena el hueco de explotación, se extiende la tierra vegetal y se recupera el uso habitual.  La empresa renuncia expresamente a su derecho de expropiación y siempre trabaja en régimen de alquiler pactando previamente las condiciones económicas con los propietarios.

Erimsa cuenta con cuatro centros de producción en Galicia y Castilla y León, donde trabaja con la filosofía de Accidentes 0. Una premisa que le ha llevado a obtener el primer premio en la categoría de salud y seguridad laboral por una medida implementada en Castillo (provincia de Pontevedra). Esta acción tenía como objetivo erradicar la emisión de polvo de sílice en beneficio del equipo humano. Un fin que ha conseguido y  que ha sido merecedor el reconocimiento en Bruselas.