La instalación se ubicará en el Puerto Exterior con el objetivo de agilizar el control de este tipo de mercancías, una de las más destacadas entre los tráficos de graneles del Puerto. De hecho, A Coruña es líder de la fachada cántabro-atlántica en movimiento de cereal, cuyo destino es alimentar a la cabaña ganadera de Galicia.

Esta instalación es el equivalente al PIF, Punto de Inspección Fronteriza, pero sólo para productos de tipo agroalimentario y consumo animal. Actualmente existe una instalación provisional que ya funciona en Punta Langosteira, ya que estos tráficos están plenamente consolidados y en tendencia ascendente a raíz de la implantación de los principales operadores de graneles sólidos del Puerto en sus nuevas concesiones para naves industriales en el entorno del muelle de operaciones. Los graneles agroalimentarios encabezan el tráfico de graneles sólidos en A Coruña, que representa en torno al 30% de su tráfico portuario total. Por el Puerto Exterior ya se mueve el 40% de los graneles agroalimentarios, lo que pone de manifiesto el potencial de crecimiento de este sector.

El nuevo edificio sustituirá al provisional, permitiendo ampliar su capacidad de cara al incremento de tráficos y automatizar los procesos. El presupuesto para esta instalación está fijado en 489.000 euros y su plazo de ejecución es de cinco meses, por lo que contando con el período de adjudicación, está previsto que entre en servicio a principios del próximo año. La ejecución del proyecto corresponde a la Autoridad Portuaria, que una vez completado el edificio lo pondrá a disposición del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que es la autoridad competente en materia de control de estas mercancías. Estará ubicado en la primera línea de la explanada de operaciones, permitiendo así un acceso sencillo y rápido a todos los operadores.