El número de patentes licenciadas, contrato con un tercero que permite la comercialización del invento, ronda la decena cada año en el sector bio gallego. Son datos que se dieron a conocer en el Bioalmorzo "Guía para obtener una patente: sesión práctica sobre la novedad y actividad inventiva", organizado por el Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida (Bioga) y la Axencia Galega de Innovación (Gain) en el CIMUS de Santiago de Compostela.

Miguel Lorca Melton, agente de Patentes Europeas y consultor de patentes en Balder, puso a lo largo de la jornada ejemplos prácticos de patentabilidad e hizo que los asistentes se pusiesen en el lugar de un examinador. Acudieron al taller más de 60 directivos de empresas biotech gallegas y personal e investigadores de las universidades gallegas y fundaciones vinculados con la innovación.

Lorca Melton aconsejó a las empresas biotech gallegas que quieran patentar sus descubrimientos que "lo primero que tienen que hacer es acercarse a este mundo de la mano de un profesional porque hay asuntos legales y científicos que deben conocerse; y también deben tener claro que las patentes ayudan a dar valor a la investigación”.

El ejecutivo de Balder, compañía especializada en patentes y propiedad industrial, también aconsejó a los socios de Bioga que no piensen a buscar la patente como si les tocase el mejor premio de la lotería. “Hay que cambiar el chip y dejar de pensar en balas de plata, hay que diseñar el futuro de una empresa pensando en gestionar una cartera de patentes o diseños industriales o incluso la propia marca; y alinear esa cartera con los objetivos empresariales”, aseguró.

Los datos

Respecto a las patentes generadas por el ecosistema biotech gallego, muchas de ellas tienen cotitulares públicos o privados. El 46% de las patentes solicitadas en 2016, según datos facilitados por Bioga, están vinculadas a entidades como el Sergas o las universidades. El número de solicitudes de patentes con cotitulares privados está en torno al 14%.

Las patentes tramitadas a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) por el sector de ciencias de la vida domiciliado en Galicia rondan la treintena cada año. Y se registran entre una y cuatro solicitudes de registro de utilidad. Por el desfase entre la solicitud y la publicación de la patente, que en muchos casos demora hasta dos años, el grueso de las solicitudes (76%) corresponde a los años de 2011 a 2014.

La mayoría de las solicitudes (65%) tienen a las tres universidades gallegas como titular; aunque casi nunca presentan las solicitudes de patente de forma individual. Lo hacen, eso sí, en compañía y de la mano de otras universidades gallegas, españolas y extranejras, de fundaciones sanitarias o de organismos públicos como el Sergas.

Los centros tecnológicos gallegos, como puede ser el gestionado por ANFACO-CECOPESCA, presentan sus solicitudes de patentes junto con empresas, que suelen ser un agente activo que se encargará de comercializar el proyecto basado en ese invento o innovación. Las compañías privadas y los particulares son los titulares del 31% de las solicitudes de patentes en Galicia.