De la emergencia para mantener las comunicaciones en un primer momento se ha pasado a la consolidación de la sociedad digital
R hace balance de un año de pandemia
Ya desde el viernes 12 de marzo de 2020, preámbulo de la declaración oficial del estado de alarma, R adoptó diferentes medidas tendentes a paliar los efectos de la crisis sanitaria que ya se hacía notar con los cierres de colegios y el avance del virus. Para atender a posibles afecciones que la covid-19 pudiera generar en las comunicaciones entre personas, instituciones y empresas durante la crisis sanitaria y atendiendo especialmente al objeto social de la compañía, R estableció unos primeros protocolos preventivos para sus personas, que empezaron a teletrabajar, y creó un comité de continuidad al máximo nivel para asegurar y mantener la prestación de los servicios de telecomunicaciones a sus clientes residenciales y al tejido empresarial.
En el aspecto tecnológico, se monitorizó desde el primer momento el tráfico y caudal de los datos para dimensionar la red en función de las necesidades y usos. Todo ello con el objetivo de proporcionar una buena experiencia de usuario, sobre todo en aquellos momentos en que, más que nunca, las familias, las empresas y los servicios sanitarios y de emergencias necesitaban estar conectados. 800 personas del área técnica y de red trabajaron para dimensionar la red en cada momento y absorber el tráfico excepcional que se produjo, de hasta el 40% en banda ancha fija y del 50% en voz móvil durante los primeros meses. También se implantaron medidas de redundancia geográfica para los centros desde los que se gestionaron los servicios, de diversificación de medios técnicos o planes operativos de desvío de actividad con el fin de prestar los servicios desde otras ubicaciones o en remoto.
En cuanto a la atención a los usuarios, se han mantenido activos los canales de atención a los clientes para dar respuesta a sus necesidades, tanto de forma remota (online o telefónica) como de forma presencial a través de los puntos de venta.
En la sede de R, las medidas implantadas con el objetivo de hacerla segura para su plantilla tuvieron su recompensa con el reconocimiento de AENOR por sus protocolos de prevención frente a la COVID-19 desplegados en el área de trabajo
Tecnología por y para las personas
Además de su papel como operador de telecomuniaciones, R atendió de forma solidaria las peticiones y necesidades del entorno local mediante actuaciones de compromiso social, llevando a la práctica y haciendo realidad el lema de “Tecnología por y para las personas”. Entre sus iniciativas, la aportación de tarjetas y planes de datos de 20 gigas gratuitos para facilitar, durante el confinamiento, la formación y orientación laboral que la Asociación de Empresarios de Mos desarrolló con 31 mujeres víctimas de violencia de género, o la conexión a internet del “Hospital de emprendedores”, iniciativa de la Deputación de Ourense para ayudar a empresas y profesionales afectados por la covid-19, facilitándoles un espacio de trabajo que les permitiese seguir desarrollando su actividad.
Internet Compromiso fue el producto diseñado para responder a las necesidades de conexión de esas familias en las que los estudiantes tuvieron que seguir sus estudios de forma telemático. El servicio está pensado de forma específica para los clientes con menos recursos económicos, con el fin de llegar a todos los colectivos y contribuir así a la eliminación de la brecha digital y social.
Servicios a Empresas
En el ámbito de atención a empresas clientes fue esencial el dimensionamiento y robustecimiento de la red para garantizar a las compañías la continuidad del servicio ante el incremento del teletrabajo. También habililtó en tiempo récord accesos VPN, soluciones cloud, etc.
Otro aspecto destacable en este ámbito fue el diseño y lanzamiento de una plataforma de formación online gratuita durante este periodo para los clientes de empresa mediante campañas quincenales orientadas a la mejora del teletrabajo con contenidos como ciberseguridad, Teams, motivación, etc.
Cambio en los hábitos de consumo
La pandemia también ha influido en los hábitos de consumo de telecomunicaciones de la ciudadanía gallega. En 2020, las personas han pasado más tiempo que nunca en sus hogares, ya sea por el confinamiento, el cierre de centros educativos, el teletrabajo o las distintas fases de restricción a la movilidad; lo que ha convertido a la televisión en la herramienta de ocio y entretenimiento por excelencia. R ha constatado que hasta el 70% de sus clientes han consumido servicios de televisión avanzados este año y el tiempo de visionado ha pasado de menos de 3 horas en la etapa previa a la pandemia, a más de 5 a partir de marzo del año pasado.
Las plataformas digitales de pago lideraron la demanda con incrementos del tráfico que llegaron a rozar el 90% respecto a la etapa previa al confinamiento. Las cifras registradas por este tipo de servicios evolucionaron de la mano de la situación epidemiológica y las medidas para su control a lo largo de todo el año. Las primeras cifras de 2021 muestran que el tráfico medio de las plataformas digitales de pago en enero se sitúa casi en un 35% por encima del registrado en el conjunto de 2020.