En la estación de servicio Vallibria en Martiñán
Naturgy inaugura en Vilalba la primera gasinera de GNC y GNL en Galicia
La estación dispone de un tanque de 60 metros cúbicos de GNL (gas natural licuado), un surtidor de GNL y dos de GNC (gas natural comprimido), permitiendo el repostaje de vehículos tanto ligeros como pesados. Esta nueva gasinera da así competitividad al sector del transporte gallego y cubre con iniciativa privada la carencia de infraestructuras de GNL en el corredor cantábrico, ya que la A-8 no está incluida en los proyectos de desarrollo de transporte europeo, proyectos que disponen de ayudas para el fomento de este tipo de infraestructuras. La gasinera se ubica en una localización de gran valor estratégico por su cercanía a la autovía A-8, punto de partida del corredor cantábrico, asegurando la posibilidad de repostaje a la totalidad de las flotas que tengan como destino el norte de España y Europa.
La puesta en marcha de esta primera estación de suministro de GNL y GNC en Galicia se enmarca en el plan de fomento de la movilidad sostenible de Naturgy, que ha logrado reforzar la infraestructura ya existente, aumentar la red de estaciones de servicio estratégicamente distribuidas en todo el territorio nacional y cubrir puntos estratégicos en la red de transporte por carretera.
La estación de servicio de Vilalba dará apoyo a las estaciones de GNC que la compañía tiene en San Cibrao das Viñas (Ourense) y Santiago de Compostela, así como a las que están actualmente en construcción en Vigo y en el Polígono de A Sionlla, en Santiago de Compostela.
Una alternativa real, sostenible y económica
El gas natural vehicular (GNV) es hoy una alternativa real, sostenible y económica a los combustibles tradicionales para el transporte, tanto particular, como de mercancías y ligero. Cualquier tipo de vehículo puede funcionar con gas natural: coches, furgonetas, autobuses, camiones pesados y trenes ya utilizan este combustible.
Más allá de las ventajas medioambientales, el gas natural es un combustible muy competitivo desde el punto de vista económico si se compara con el gasóleo y la gasolina, ya que se pueden lograr ahorros de entre el 30% y el 50%, en función de la solución adoptada.
El gas natural para el transporte contribuye a la mejora la calidad del aire, ya que reduce en más de un 85% las emisiones de óxidos de nitrógeno y casi el 100% de partículas sólidas, los principales contaminantes que afectan a la salud. Puede generar un 20% menos de emisiones de CO2 que el diésel y, si se utiliza biogás, el impacto medioambiental puede reducirse hasta en un 100%.
Respecto a la contaminación acústica, los vehículos que funcionan con gas natural producen un 50% menos de ruido y vibraciones que un diésel. Este factor tiene especial relevancia en las flotas que realizan trabajos nocturnos como son los camiones de recogida de basuras.
Los vehículos que utilizan este combustible consiguen la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico, lo que les permite beneficiarse de libre accesibilidad al centro de las ciudades en periodos de alta contaminación, de incentivos fiscales y bonificaciones en zonas de estacionamiento regulado, entre otras ventajas.