Entrevista a Antonio Fontenla, presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña
"No entendemos por qué no se toman medidas como en Portugal, Francia o Italia"
Seguimos analizando el difícil contexto actual para las empresas gallegas derivado de la pandemia, el alza de precios, la guerra de Ucrania y el paro de los transportistas. Hoy entrevistamos a Antonio Fontenla, presidente de la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) para sondear cómo afecta esta realidad al tejido empresarial coruñés.
¿Qué análisis hace de la situación actual y cómo está afectando a A Coruña?
Antonio Fontenla: “Es un momento gravísimo porque hay una serie de circunstancias que han desencadenado esta huelga y en este momento todo nuestro tejido productivo está con una indefinición tremenda porque no sabe si puede trabajar o no.
Es un tema que empezó hace mucho tiempo con el episodio del canal de Suez y hubo una falta de contenedores y un encarecimiento de las mercancías por el retraso que hubo. Y después ya vino el tema de la preguerra de Ucrania, y ya la gente empezó a tomar medidas, que son lógicas pero que hacen tensionar el mercado y aumentar los precios. Y lo que ocurre es que la gente ya no tiene garantía de recibir los suministros a los precios que tenía pactados y sube esos precios por las dificultades que tienen.
Tenemos la situación de perfecta de la desgracia de que podamos caer una estanflación: no aumentar la producción pero aumentar sin embargo los costes. La media de aumento en febrero estábamos en el 7,55, posiblemente en estos momentos podemos estar en el 10%. Yes una situación muy critica porque todos lose sectores estamos afectados y también a los ciudadanos, porque a todos nos afecta el recibo de la luz, los coches, en todos los artículos que compramos... Y además con el miedo y la psicosis de que va a haber desabastecimiento, la gente compra aceite, harina, papel higiénico como cuando la pandemia, está haciendo verdaderos acopios”.
Aunque es una coyuntura que nos afecta a todos, ¿qué sectores son los perjudicados en la provincia de A Coruña?
A.F.: “El sector que más sufre es el mar y el campo. La pesca está sufriendo porque la energía le aumenta como mínimo un 40%, tienes que salir con un aumento importantísimo en sus costes, y al campo le pasa lo mismo y está teniendo un problema de imposibilidad de retirar el producto terminado. Hemos visto como los productores tenían que tirar leche porque ya no tenían donde almacenarla, eso está pasando con los criadores de pollo, de vacas, que no les llegaba el pienso... Hay sectores industriales importantes como la construcción, todos los sectores que dependen de suministros externos, o se le encarece o no les llega, o las dos cosas”.
¿Cuáles son las demandas que les hacen llegar las empresas para afrontar esta situación?
A.F.: “Hay dos cosas importantes: es un tema urgente y no se puede dejar para el día 29. El Gobierno tiene que tomar medidas antes. Una medida simple y muy rápida que se puede empezar actuando sobre ella es que como estos productos energéticos tienen unos impuestos proporcionales al precio final, el único que se está beneficiando es el Estado, que está recaudando el doble de lo que estaba recaudando por hidrocarburos. Se nos dice que eso hay que preguntarlo a Bruselas pero países que son competidores nuestros como Portugal, Francia o Italia ya lo han hecho. No entendemos por qué no se toman medidas en este sentido; hay una posibilidad de poder abaratar en una parte importante esto y apretarnos entre todos el cinturón, en este caso el que no se lo aprieta es el Gobierno porque mantendría los mismos impuestos que tenía presupuestados".
¿Alguna otra medida a medio-largo plazo?
A.F.: “Nosotros fuimos muy alegres en hacernos todos verdes y ahora estamos colorados. Aquí se cerraron dos centrales de carbón importantes y en ese mismo día que se cerraba la de As Pontes Alemania estaba inaugurando una central de carbón. Luego hay dificultades para poner más eólicos que son una fuente de energía barata y limpia; se duda con la energía eólica marina, si se puede hacer o no. No hay más que viajar por el mundo y ver la cantidad de instalaciones, y muchas de estas instalaciones eólicas marinas las están construyendo en Ferrol. Tenemos la tecnología para construirla pero no tenemos la voluntad. Al final se ha declarado a la energía nuclear verde, a ninguno nos gusta pero a todos nos gusta tener un nivel de vida”.
Más allá del momento puntual, el sector industrial de la provincia lleva ya un tiempo de cierto desmantelamiento, con el cierre de las térmicas, de la planta de Siemens-Gamesa, el concurso de Alu Ibérica...
A.F.: “Todo lo que es electrointensivo está en estos momentos cerrando porque no puede mantener los costes. Ha habido muchas conversaciones con la ministra del ramo, de Transición Ecológica y no se acaba de solucionar. Eramos de las pocas zonas donde había producción de aluminio y se está cerrando en unas circunstancias poco ejemplares, si una empresa quiere cerrar debe ser clara y firme, tendrá que devolver las ayudas que le dieron, pero no que parezca que se esté usando subterfugios para cerrar".
Los fondos Next Generation, esa gran oportunidad para recuperar la economía y hacer la transición ecológica, ¿cómo valoran su gestión? ¿Están llegando a las empresas coruñesas?
A.F.: “Vemos que quizá la gestión que se ha encargado no es la más adecuada. Es un dinero que viene a España y que se tendría que descentralizar, no estar todo en Madrid y que Madrid vaya aprobando con bastante retraso.
Los PERTEs famosos... no entendemos que todavía algunos de sectores en que somos importantes, como el tema del automóvil, o el textil, con el proyecto tan imaginativo de intentar lograr fibra vegetal para la confección... no entendemos como no se da más facilidades.
Da la sensación de que (los fondos) se están dando a cuenta gotas, que no se están cumpliendo los plazos que da Europa y que otros países tienen tanta avidez de fondos que los que no utilicemos nosotros los van a derivar a otros países.
Y otro tema importante, que si se trata de la recuperación, la transición y la resiliencia, en muchos casos quien la necesita, a parte de las grandes, son las pequeñas empresas, y no se ve eso, parece que queda apozado en las grandes y que las pequeñas y medianas no podamos llegar a esos fondos, que son muy farragosos, la gestión es muy complicada y hay gran dificultad para presentar proyectos”.
En otro orden de cosas, ¿cuáles son las grandes líneas da actuación que tiene la CEC para este 2022?
A.F.: “Nuestro objetivo es lograr el bienestar de nuestras empresas. A las grandes las acompañamos, las ayudamos y resolvemos problemas, pero las pequeñas necesitan mucha más ayuda. Les ayudamos con el gran número de trámites que tienen, como los planes de igualdad, en tema de internacionalización y sobre todo también en formación y asesoramiento. Una empresa que quiera montarse en A Coruña, sea o no asociada, nosotros la atendemos igual y procuramos que el sector productivo sea lo más grande posible. A Coruña es la mayor provincia en número de trabajadores y PIB y tiene un valor añadido muy importante . Se trata de que se cree el mayor número de empresas posible para seguir siendo competitivos”.
¿Qué nos deparará este año?
A.F.: “Empezamos con muchísimas dificultades. Era el año que teníamos previsto para la recuperación, todavía no habíamos llegado al nivel prepandemia. Eramos el país que más iba a crecer, crear empleo... Creo que estos problemas (por los huelguistas del transporte) pueden tener razón pero están entorpeciendo de una forma importante la marcha de la economía. Lo que parecía muy agradable y muy rápido e íbamos a estar en la cabeza del PIB de Europa cada vez lo vemos más difícil. La Cámara de España ha estimado que si esto no se arregla va a caer el PIB en un punto. Hay que pedir al país que sea más ágil porque si no no podemos lograr la recuperación; este puede ser un año en que el país se recupere, o si no apuramos, otra desilusión más”.