Desde la compañía consideran que se trata de un buen resultado "en un adverso escenario de bajos precios de la celulosa y de la energía en 2016". Además, hay que destacar que el precio de la celulosa ha empezado a subir fuertemente en los primeros meses de 2017.

En el conjunto del año el EBITDA ajustado se elevó a 138 millones de euros, incrementándose en el cuarto trimestre un 29,1% (hasta los 42,2 millones de euros), impulsado por crecimientos del 26,5% en el negocio de celulosa y del 35,6% en el negocio de energía. Por su parte, el flujo de caja libre recurrente se elevó a 110 millones  de euros y la deuda financiera neta terminó el año en 218,3 millones de euros, un 9,5% menos que la registrada en 2015. El apalancamiento financiero de la compañía se sitúa así en 1,6 veces EBITDA, notablemente por debajo de los niveles de sus competidores.

Cumplimiento del Plan Estratégico

El consejero delegado de Ence, Ignacio de Colmenares, señaló que “durante 2016 hemos logrado importantes avances en el cumplimiento del Plan Estratégico, como pone de manifiesto la fuerte reducción de costes lograda y el adelanto en el cumplimiento del objetivo de crecimiento en nuestro negocio de generación de energía. Además, prevemos un buen 2017 dada la recuperación de los precios de la celulosa y el buen ritmo en la ejecución de nuestro plan de inversiones”.

El Consejo de Administración de Ence acordó proponer un dividendo complementario de 0,0473 euros brutos/acción con cargo a 2016. La compañía, que se encuentra entre las 10 primeras empresas del IBEX Top Dividendo, ofreció una rentabilidad para el accionista del 6,6% en 2016.