Desde la CEL se insiste en la honda preocupación existente entre las empresas de la provincia por la actual situación de las comunicaciones, especialmente por autovía y ferrocarril, que en lugar de paliar incrementan el aislamiento de una provincia necesitada de impulsos que contrarresten la despoblación y el envejecimiento.

La CEL recuerda que “las infraestructuras han sido una preocupación constante para esta provincia, por el probado impacto que tienen en el desarrollo social y económico de un territorio y por el secular aislamiento que Lugo ha venido sufriendo y que, desgraciadamente, se está agudizando en los últimos tiempos”.

Recuerda los problemas que se plantean en infraestructuras clave como la Autovía del Cantábrico o A-8, que sufre constantes cortes por causa de la niebla; la Autovía Lugo – Santiago o A-54, que a pesar de ser una prioridad para la vertebración interior de Galicia todavía no está finalizada, o la Autovía Lugo – Ourense o A-56, continuamente paralizada y cuya ejecución no se vislumbra próxima.

Destaca que “a esta preocupante realidad se suma la del ferrocarril: a la vista de las últimas decisiones adoptadas, Lugo es la única provincia que queda totalmente desconectada de la alta velocidad”. Señala que la solución propuesta por el Eixo Atlántico para modernizar el ferrocarril lucense reformando la variante Lugo – Ourense para reducir el tiempo de viaje entre ambas urbes facilitando el acceso a la Alta Velocidad, a través de una inversión de 650 millones de euros a realizar en cinco años, como ya señalaron en su momento, “a medio plazo nos parece una solución interesante para evitar la desconexión, pero no exclusiva de otras soluciones porque desde la CEL no podemos renunciar a un acceso en condiciones a la alta velocidad para esta provincia”.

La Confederación recuerda que Lugo es una de las provincias más envejecidas de España y que “las actuales decisiones en materia de infraestructuras contribuyen a que este problema se acentúe”. Subrayan que, sin embargo, “Lugo posee una gran riqueza natural y patrimonial, que hace que sectores económicos como el turístico o el agroalimentario, con empresas dinámicas y con necesidades de expansión, pudieran servir con el adecuado impulso como acicate para fijar población y contrarrestar esa tendencia al envejecimiento y a la despoblación”. No obstante “para ese adecuado impulso sería imprescindible dotar a la provincia de adecuadas conexiones con el resto de provincias gallegas y con el resto del territorio nacional”.