Allí Francisco Conde resaltó la apuesta de esta empresa por la diversificación, la formación, la innovación y la internacionalización, que la ha convertido en un referente de su sector tanto en el naval como en el ámbito del mobiliario urbano. Fundiciones Rey nació como una pequeña fundición de bronce de seis trabajadores y en la actualidad cuenta con una producción de 3.000 toneladas al año, 48 empleados y un 15% de exportaciones directas. Prevé, además, cerrar 2019 con una facturación próxima a los 9 millones de euros. Trabaja para clientes como ArcelorMittal, Navantia, Hijos de Rivera o Svenska Bearing.

Conde apuntó que Fundiciones Rey es un ejemplo de diversificación porque comenzó su actividad con pequeños objetos de bronce para convertirse hoy en día en una pieza fundamental para muchas compañías del sector naval, mobiliario urbano, en el ámbito artístico o en la fundición de nuevos materiales. En el campo de la internacionalización, la empresa colabora con centros como Aimen y en el ámbito de la innovación trabaja en la mejora de la calidad del producto a través del I+D+i y en medidas de ahorro energético y mejora medioambiental. También colabora con la siderúrgica Mondragón para la instalación de impresión aditiva en 3D para la fabricación de moldes de última generación.

El conselleiro, de este modo, destacó la diferenciación y singularidad de esta compañía, dos elementos clave que, en palabras de Conde, están fijando el tejido industrial en Galicia y en la comarca del Salnés.