Critican al Gobierno que opte por un Real Decreto-Ley
La CEC rechaza que se modifique la reforma laboral antes de las elecciones
La Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) ha mostrado su preocupación ante el anuncio de la ministra de Trabajo de cambiar varios aspectos de la reforma laboral de 2012 antes de que se celebren las elecciones generales.
En consonancia con el pronunciamiento al respecto efectuado conjuntamente por CEOE y CEPYME, la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC) asegura que "no tiene sentido que antes de los comicios, el Gobierno tenga la intención de aprobar un Real Decreto Ley con un claro matiz electoralista".
Los empresarios creen que cambios legislativos "tan relevantes como la reforma laboral" deben aprobarse mediante un Proyecto de Ley y no mediante un Real Decreto Ley. "Esta última opción excluye la posibilidad de diálogo y de consenso deseable en cualquier proceso democrático", señalan.
La Constitución Española limita el recurso al Real Decreto-Ley a los supuestos en que concurra “una extraordinaria y urgente necesidad”. La Carta Magna garantiza, así, la máxima restricción del empleo de este tipo normativo que, en última instancia, priva al Congreso de los Diputados y al Senado de la potestad de dictar leyes con la suficiente deliberación de todos los Grupos Parlamentarios.
La CEC estima que el Gobierno debe tener en cuenta, además, que el artículo 86 de la Constitución excluye una serie de materias de la regulación por Real Decreto Ley, especialmente “los Derechos, Deberes y Libertades de los ciudadanos regulados en el Título 1”.
Tanto el Ejecutivo como el conjunto de los partidos políticos tienen que ser conscientes de que el uso abusivo del Real Decreto Ley constituye una excepción al procedimiento ordinario de elaboración de las Leyes. Según los empresarios, el recurso a este instrumento cuando ya se ha anunciado la disolución de las Cortes supone la relegación del poder legislativo a un papel pasivo y empobrece la calidad democrática del país.
Asimismo, los empresarios muestran su preocupación porque se puede romper de forma unilateral el diálogo social y avisan de que no tiene sentido volver a orillar el dialogo tripartito poco después de anunciar la convocatoria de elecciones ante la imposibilidad del Ejecutivo de tener una mayoría amplia en el Parlamento que le permita ejecutar su plan de reformas.