Los expresidentes anuncian iniciativas sobre la situación de la patronal gallega
Antón Arias rechaza la legitimidad de Fernández Alvariño y Dieter Moure para pedir su dimisión: “Me debo a la asamblea”
El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antón Arias, considera que los expresidentes José Manuel Fernández Alvariño y Antonio Dieter Moure “no están legitimados para pedir mi dimisión” y defiende que está cumpliendo el mandato con el que accedió al cargo.
En una rueda de prensa este viernes en Vigo, los dos expresidentes de la CEG, han anunciado el envío de un requerimiento a la CEG para que tome las medidas necesarias para instar la dimisión del presidente Antón Arias. También se dirigirán a los vicepresidentes de la CEG, a todas las asociaciones empresariales y representantesen la asamblea general de la patronal gallega. Los motivos: “ilegalidad del funcionamiento de la institución y en la posición de Antón Arias sobre la secesión de Cataluña, claramente contraria a la Constitución Española”.
En concreto, Fernández Alvariño y Dieter Moure señalan que a estas alturas del año no se han aprobado las cuentas del ejercicio 2016, no se ha realizado el informe de auditoría correspondiente, ni ha sido presentado el presupuesto del ejercicio 2017, y además, la última reunión de la junta directiva corresponde al 27 de abril, cuando los estatutos indican que debe haber un mínimo de seis reuniones al año. Asimismo, ambos expresidentes afirman “quue es inconcebible que el representante de los empresarios gallegos propugne un pacto Cataluña – España de igual a igual y al margen de la Constitución Española”.
Ambos entienden que el gobierno de los vicepresidentes podrá dirigir “con más lealtad institucional y responsabilidad” la CEG, a la espera de nuevas elecciones.
Respuesta de Arias
A todo esto responde Antón Arias afirmando que la petición de dimisión “la hacen dos personas a título personal, que se representan a si mismos (su presencia en la junta directiva de la CEG es a título de expresidentes) y que no están legitimados”. Arias insiste: “me debo a la asamblea, si ella me revocara o planteara una moción de censura lo tomaría en consideración”. El actual presidente de la patronal gallega explica que cuando accedió al cargo lo hizo con un mandato, “intentar revertir la crisis económica e institucional de la institución”, y que “en esa línea hemos estado trabajando, hemos conseguido reconducir la situación económica y hemos normalizado la vida de la CEG”.
En cuanto a las reuniones de la junta directiva y el comité ejecutivo, Antón Arias aclara que hasta en dos ocasiones ha tenido que retrasar su convocatoria; la primera estaba prevista para el 28 de septiembre, “pero la CEP contraprogramó y desconvocamos la reunión para evitar la falta de quórum”. La segunda iba a ser este 17 de octubre, pero en esta ocasión una reunión de la CEOE el mismo día en Madrid ha sido la causa de que se posponga. “Estamos intentando consensuar una fecha para presentar las cuentas y el borrador de los estatutos”, asegura Arias. Añade también que el auditor de las cuentas de 2016 aún “terminó su trabajo la semana pasada”.
En cuanto a sus declaraciones sobre Cataluña, Antón Arias insiste en que fue “una respuesta personal, no en representación del cargo, y en términos dentro de la Constitución, no de apoyo al soberanismo”.