Más del 65% de los gallegos mayores de 65 años tienen cuenta en la entidad
Abanca implementa medidas para mejorar el servicio a sus clientes mayores
Según explicó el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, la entidad cuenta con cerca de 500.000 personas mayores como clientes. De hecho, “es el segmento más importante del banco”, reconocía su presidente, Juan Carlos Escotet: “más del 30% del total de nuestros clientes son justamente personas mayores de 65 años, y si eso lo llevamos a Galicia, más del 65% de los gallegos mayores de 65 años son clientes”.
En especial para ellos el banco ha ampliado los horarios de atención en oficinas, “sobre todo en últimos y primeros días del mes”, precisó Botas. No en vano, Abanca distribuye el 51% de las pensiones en Galicia. También han establecido menús “simplificados” en los distintos medios digitales, incluyendo los cajeros.
Además, Abanca está presente en el 85% de los municipios gallegos, siendo la única entidad financiera en 124 de ellos. Otros diez concellos son atendidos a través de oficinas móviles. “El 40% de nuestra red está en el ámbito rural”, añadía Botas. “De esas oficinas donde hemos querido permanecer, hay 54 que no soportan los costes; estamos haciéndolo por una vocación de servicio”, precisó el consejero delegado.
Instalación de cajeros
Por otra parte, la entidad comienza este mes la instalación de cajeros automáticos de última generación en 39 municipios gallegos en los que no está presente ninguna entidad financiera. Abanca ganó el año pasado el concurso lanzado por la Xunta para la instalación, mantenimiento y puesta en funcionamiento de cajeros en aquellos ayuntamientos que carecían de este servicio, con una dotación económica de 2,8 millones de euros entre 2021 y 2025.
Abanca asume el 50% del coste de este servicio y la Xunta el otro 50%, explicó Escotet, quien destacó que se trata de una iniciativa que se enmarca en el programa de responsabilidad social coporativa de Abanca, sin pretensión de obtener ningún tipo de beneficio económico. “Supone más de 2.000 euros de pérdida por cajero al año”, precisó.