Ana Álvarez es la fundadora de Alloa, cuya primera colección, ya a la venta, está inspirada en Sarreaus y el Entroido.
 

¿Cómo y cuándo surgió el proyecto de Alloa?

Ana Álvarez: “Alloa surgió tras acudir a una feria de despoblamiento rural en el 2019. El mundo rural siempre me ha llamado la atención y quería establecer un negocio que dinamizase estas zonas. Comencé a elaborar cosmética natural en mi casa para uso personal y me di cuenta de que a través de ella podría ayudar no solo a las zonas más necesitadas sino también al medio ambiente. Soy la única promotora de este proyecto, aunque cuento con la ayuda de familiares y amigos que se están implicando tanto que este proyecto también es parte de ellos”.

¿El proyecto de Alloa tiene que ver con tu perfil profesional y experiencia laboral previa o ha sido un cambio de rumbo en tu carrera?

A.A.: “Este proyecto ha sido un cambio de rumbo en toda regla de mi vida. Estudié Traducción e interpretación de inglés y alemán porque los idiomas siempre han sido mi pasión. He tenido también la oportunidad de vivir fuera de España durante varios años para continuar creciendo personal y profesionalmente en el ámbito en el que me había formado. Sin embargo, este proyecto ha estado siempre rondando por mi cabeza y el año pasado decidí que era el momento de ponerlo en marcha".

¿Qué productos hacéis y vendéis en este momento, y por qué canales? ¿Cómo está siendo la acogida de la marca?

A.A.: “Actualmente vendemos champú, acondicionador y gel de baño sólido a través de nuestra página web y redes sociales. Decidí que nuestros productos fueran sólidos y elaborados con ingredientes 100% naturales y de la zona para así proteger el medio ambiente, las personas y nuestro entorno. Estoy muy contenta con la acogida que esta recibiendo este proyecto. Las ventas comenzaron a mediados de febrero y no me esperaba tan buena acogida por ofrecer un producto innovador y poco conocido.

Para mí lo importante no son solo las ventas, sino que las personas descubran este mundo de la cosmética sólida. Tengo la suerte de saber que todo el mundo que ha probado alguno de mis productos ha quedado encantado y dispuesto a cambiar los productos tradicionales por unos más sostenibles”.

¿Qué es lo más complicado de arrancar un proyecto como este?

A.A.: “ En mi opinión lo más complicado de arrancar un proyecto es la formación. Al principio no sabes por dónde empezar, cómo continuar o cuál es el siguiente paso. Me habría gustado que en algún momento durante los más de 20 años que he dedicado a formarme me hubieran explicado cómo crear una empresa o que simplemente nos hubieran motivado a crear una. He tenido la suerte de que la organización COHOPE me seleccionase para realizar su curso de formación en emprendimiento. Gracias a ellos pude bajar las ideas que estaban desordenadas en mi cabeza, organizarlas y plasmarlas en lo que hoy es Alloa”.

¿Qué supone emprender, además, desde el medio rural?

A.A.: “El medio rural no es un impedimento para emprender por lo menos en mi sector. Hoy en día el mundo está muy digitalizado y teniendo internet no se necesita mucho más. Vivo en una aldea de 86 habitantes desde la que controlo mi tienda online y para mí esto es el paraíso. Hay días de trabajo que se hacen más largos, pero saber que después de un día largo puedo salir a disfrutar de un paseo tranquilo o una conversación con algún vecino hacen que desconecte y vuelva a cargar las pilas para el día siguiente”.

¿Has tenido algún apoyo público para lanzar Alloa? Si es así, ¿de qué tipo?

A.A.: "Sí y me he sentido muy apoyada. Por un lado, he recibido apoyo formativo gracias a COHOPE y a la organización CIMO quienes hacen una labor excepcional y animo a cualquier emprendedor de la zona de Ourense a que reserven cita con alguno de sus agentes ya que ofrecen asesoramiento de forma gratuita. Por otro lado, soy beneficiaria de la subvención de EmprendOU detrás de la cual están tanto la Deputación de Ourense como el Fondo Social Europeo".