“Tenemos una Galicia emprendedora que sabe como innovar, y lo que queremos y facilitarles ese camino que se traduce en la mejora competitiva de nuestro tejido productivo”, expuso el director del Igape, Fernando Guldrís. Un escenario en el que destacó los espacios coworking, lugares de trabajo destinados a emprendedores y que contemplan en su conjunto distintas actividades y asesoramiento.

Estos espacios, promovidos conjuntamente por el Igape y la Escuela de Organización Industrial (EOI) buscan aumentar las probabilidades de éxito de proyectos innovadores en fases tempranas de desarrollo, y han permitido hasta ahora impulsar 700 nuevos proyectos emprendedores en Galicia.

Para dar continuidad la este trabajo, los nuevos talleres facilitarán, hasta finales de 2022, la puesta en marcha de 220 iniciativas empresariales. En total se habilitarán 11 espacios, con cuatro nuevas ubicaciones, tres de ellas en la provincia de Ourense (en O Carballiño, A Rúa y en la Tecnópole, en San Cibrao das Viñas) y una en Pontevedra (en Lalín). Asimismo, se mantienen siete espacios coworking: tres en Lugo (Monforte de Lemos, Mondoñedo y Palas de Rei); otro más en Pontevedra, en Vilanova de Arousa; y tres en A Coruña: en Ferrol, Santiago y en Cabana de Bergantiños.

Estos coworking contemplan en su conjunto distintas actividades y asesoramiento, ofrecen a los participantes un mentor individual para su proyecto, que los acompañará en el diseño de modelo de negocio; formación específica, mediante talleres prácticos centrados en temas de interés; y distintos eventos, como jornadas de networking o encuentros con actores sociales y económicos relevantes.

Otros proyectos en marcha

Asimismo, la reunión permitió también evaluar las posibilidades que ofrecen otras acciones que se están desarrollando en el contexto del acuerdo marco del Igape y la Escuela de Organización Industrial, como los Activa Startup, o el Activa Industria 4.0.

Dichas iniciativas se configuran como herramientas que permiten desarrollar proyectos de colaboración para impulsar la competitividad y el crecimiento empresarial, permitiendo a las empresas hacer frente a los costes asociados a los procesos de innovación.