El director xeral de Energía y Minas, Ángel Bernardo Tahoces, y el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, han asistido este martes al inicio de las obras, que supondrán una inversión total de 817.000 euros, de los que el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) aportará el 80% y el Concello de Silleda la cantidad restante.

En una primera fase, esta infraestructura suministrará agua caliente sanitaria y calor a cuatro edificios públicos (el pabellón polideportivo, el campo de fútbol, la escuela infantil y la piscina municipal), un futuro centro de día y residencia, así como a un hotel.

La instalación contará con dos calderas que consumirán 614 toneladas al año de biomasa, en concreto, astilla local, lo que permitirá valorizar los productos forestales de la zona. Al mismo tiempo, permitirá ahorrar 90.000 euros al año en combustible, al tiempo que se evita la emisión a la atmósfera de más de 350 toneladas de CO2 al año.

El apoyo la esta iniciativa, a través de la convocatoria de ayudas para impulsar redes de distribución de calor, forma parte de la Estrategia Integral de Impulso a la Biomasa, con la que la Xunta promueve el uso de este combustible con fines térmicos para impulsar el desarrollo de las áreas rurales y del sector primario, favorecer la economía familiar y de las pymes, generar empleo cualificado y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía