Las Directrices Energéticas son la guía "para impulsar na Comunidade a transición intelixente cara a  un modelo enerxético sustentable", ha afirmado Francisco Conde en su intervención parlamentaria. A través de ellas se prevé que la inversión pública-privada en el sector energético que representa el 4,3% del PIB gallego, supere los 3.000 millones de euros en el próximo trienio -el triple que lo destinado desde 2009- con la previsión de crear más de 12.000 empleos.

Según el conselleiro, las Directrices permitirán dar a Galicia un salto cualitativo para mejorar la calidad de vida de los gallegos, abaratando los costes energéticos y aumentando la calidad del suministro, y conseguir un crecimiento económico sostenible, apostando por la eficiencia energéticas y las energías renovables de carácter autóctono.

En este sentido, está programada una inversión en energías renovables de 1.300 millones de euros para la instalación de más de 1200 MW. Conde se refirió al desarrollo de la energía eólica y, en concreto, a la importancia de la nueva figura que recoge la Ley de implantación empresarial, los proyectos de especial interés, que permitirán agilizar la tramitación de, por lo de ahora, 21 nuevos parques con una inversión de 543 millones de euros y una potencia de 500 MW. También avanzó que este verano entrarán en funcionamiento dos nuevas instalaciones en Muxía.

Por otra parte, las Directrices también inciden en la merma del consumo y en la sensibilización sobre la eficiencia energética con dos metas claras: ahorrar 150 millones de euros al año y una reducción en los consumos del 4%. Conde aseguró que el objetivo es conseguir que la cultura de la eficiencia energética esté en el día a día de las empresas y familias. Uno de los proyectos destacados en este campo será la iniciativa pionera del primer Ecobarrio gallego en Ourense, que contará con la primera red de geotermia de Europa, de más de 5 kilómetros, con una red de district heating que cuenta con un presupuesto de 8,3 millones de euros.

Conde también se refirió a medidas a favor de la movilidad sostenible, la mejora del suministro y el impulso a proyectos de innovación. Todo este conjunto de iniciativas permitirán crear oportunidades para las empresas del sector energético y desarrollar una economía más competitiva.