Apuntan al factor de la inmigración para encontrar una solución a largo plazo
Grupo Colmeiro analiza el declive demográfico de Galicia
Tres expertos de Grupo Colmeiro - Elena Ambrosetti, María de los Angeles Fernández Ramil y Luis Carames Vieitez - analizan la situación demográfica gallega y del conjunto de la Unión Europea.
En la lenta e imparable crisis demográfica que vive el viejo continente se han probado todo tipo de recetas para impulsar la natalidad, en la mayoría de los casos éstas han sido de carácter económico. Medidas fiscales, flexibilidad laboral, mejoras en materia de conciliación, desgravaciones en materia de tributos, etc. En algunos países de la UE los resultados han sido mejores que en otros pero el problema sigue presente y es ya una amenaza para mantener el sistema de bienestar instaurado desde la posguerra.
Expertos de Grupo Colmeiro analizan la situación y advierten de la necesidad de tener presente el factor de la inmigración como pieza clave para encontrar una solución a largo plazo.
El presidente del Grupo Colmeiro, Luis Carames, considera que enfrentarse al problema demográfico “implica un cambio cultural, al que se deben incorporar múltiples ámbitos, que no se restringen sólo a los pensiones”. El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago considera que “Galicia debe implementar medidas semejantes a otras que ya dieron resultados en Europa, atraer a generaciones jóvenes procedentes de la emigración y coordinar políticas demográficas con las que atañen al medio rural”.
La politóloga y miembro de Colmeiro María de los Angeles Fernández Ramil afirma que “Galicia está entre las tres regiones más envejecidas del Estado, encadenamos 29 años con más defunciones que nacimientos". Según la polítóloga, la crisis financiera primero y la territorial después han diferido un tratamiento serio del asunto. Fernandez Ramil ve en la inmigración una vía de solución. “Con la crisis se fueron de España cerca de un millón de inmigrantes entre 2010 y 2015, en Galicia se necesitarían 20.000 inmigrantes al año hasta 2020 para paliar la crisis”.
La analista de Colmeiro asegura que Galicia cuenta con medio millón de gallegos que viven fuera y que constituyen “un grupo en ascenso mientras languidecemos dentro”. Sin embargo considera “voluntarista” el Plan Retorna 2020” que pretende repatriar a 22.000 emigrantes y descendientes. Fernández Ramil considera que administraciones con distintos niveles de competencias y duplicidades “no son precisamente aliadas de estas políticas que requieren enfoques sistémicos y coordinados”.
La experta en demografía, la catedrática italiana Elena Ambrosetti, integrante internacional del Grupo Colmeiro, matiza: “Teniendo en cuenta todos los Estados miembros la población de la UE está en aumento: ha pasado de 406,7 millones en 1960 a 511, 8 millones en 2017. No obstante la población de 10 Estados de la UE ha disminuido”
Según la catedrática italiana “el aumento de la población en la UE se debe al saldo migratorio positivo, que representa el factor determinante del crecimiento de la población del viejo continente desde 1992”. Europa es hoy el continente que acoge un mayor número de emigrantes a nivel mundial seguido de Asia y América del norte.
La situación demográfica en la UE es diversa. En España, como en Alemania, Polonia y Finlandia la población sólo aumenta gracias al saldo migratorio positivo, indica la profesora italiana. España padece un declive demográfico desde el 2015 según los datos del INE, momento en el que se ha registrado un saldo natural negativo consecuencia del mayor número de muertes que de nacimientos.
Galicia, confirma Ambrosetti “está en una situación todavía peor que la media del país”. Los mayores de 65 años representan ya casi el 25% de la población total. El saldo migratorio interno (de otras comunidades autónomas) es negativo y en cuanto a las migraciones internacionales, que tuvieron un impacto positivo en el pasado, hoy no permiten contrarrestar el peso negativo del saldo natural. Elena Ambrosetti no es optimista: “El número de fallecimientos aumentará con la llegada a la vejez de la generación baby-boom, si la tasa de fecundidad se mantiene el saldo natural seguirá siendo negativo. En ese caso el crecimiento de la población de la UE dependerá de la contribución de las migraciones”.