Estudio de la Cátedra de Empresa Familiar
Las empresas familiares gallegas evolucionaron de forma homogénea durante la crisis
La Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Vigo ha hecho público su informe “Recuperación de la empresa familiar: análisis provincial”, que constata una evolución más estable y homogénea de las empresas de este tipo frente a las no familiares.
El estudio, elaborado por el investigador Alejandro Domínguez, con la supervisión de los profesores Santiago Lago y Elena Rivo, responsables de la Cátedra de Empresa Familiar, evalúa la variación de la cifra de ventas a lo largo de los años de crisis económica, comparando entre las provincias gallega s y entre empresa familiar y no familiar.
Las conclusiones apuntan a que el comportamiento de las empresas familiares durante el periodo analizado ha sido “territorialmente homogéneo, sin distinciones provinciales relevantes, a diferencia de las empresas no familiares, que obtienen resultados muy dispares”. Asimismo, durante los años de crisis la evolución de las empresas familiares ha sido “más estable y con menos altibajos,” mientras que la de las empresas no familiares ha sido “muy irregular”, con períodos de crecimiento seguidos de grandes depresiones.
Por último, los gráficos han mostrado la existencia de una gran diversidad en la evolución de las empresas gallegas durante la crisis. “Incluso en un período de recesión hay empresas que mantienen tasas de crecimiento positivas”, subraya el informe.
Tres grupos de análisis
El período de estudio abarca desde el 2006 hasta el 2015, último año con datos actualizados para el conjunto de empresas analizadas. Se compara la variación de cifra de ventas, distinguiendo entre empresas familiares y no familiares, evaluando de manera diferencia el 10% de las empresas con mejores resultados , del 10% con peores resultados y el 10% con comportamiento más cercano a la media.
Sobre el comportamiento de las compañías situadas en el centro de la muestra, en el caso de las empresas familiares la evolución por provincias es similar a la media de Galicia, detectándose “ciertas diferencias interprovinciales”. La primera hace referencia al momento de estallido de la crisis; para Pontevedra y Lugo se sitúa en 2008, mientras que para A Coruña y Ourense (así como para la media gallega) el mayor impacto se produce en 2009. Posteriormente, las empresas familiares comienzan un período de recuperación hasta el año 2011, cuando todas las provincias, salvo Lugo, alcanzan variaciones positivas. En el 2012 se produce un segundo impacto que castiga de forma más severa las empresas familiares. En esta segunda caída, la provincia de Lugo, que arrastra cifras negativas desde 2008, acusa un menor descenso, mientras que la provincia de A Coruña (la cual había conseguido el mayor crecimiento en el período 2009-2011) obtiene la cifra más baja del total de la muestra. Tras este gran desplome del 2012, se produce una fase recuperación, destacando Pontevedra como la única provincia que reduce su tasa de variación del 2014 al 2015.
En cuanto a la evolución de las empresas no familiares, destaca la irregularidad en su evolución. “En las empresas no familiares existe una gran disparidad interprovincial, a diferencia de la evolución simétrica de la empresa familiar”, valora el análisis, siendo las de Pontevedra y A Coruña las que tienen un comportamiento más estable y acorde con la media.
En lo que respecta al 10% de las empresas que obtuvieron mejores resultados en facturación, las empresas familiares se comportan de forma muy homogénea en torno a la media de Galicia. En el período 2006-2011 se vislumbra una etapa de recesión y crecimiento con su punto más bajo en 2009. En el año 2012 se produce el punto de inflexión: Pontevedra reduce de nuevo su tasa de variación hasta el 3% (igual que la media); A Coruña acusa menos el golpe, manteniéndose en un 5%; Ourense y Lugo sufren más esta caída, con una tasa del 0% para la primera y -1% la segunda. Posteriormente, se produce un período de fuerte crecimiento ininterrumpido, obteniendo todas las provincias en el 2015 cifras muy superiores a las del 2006.
Realizando la comparación con las empresas no familiares, estas evolucionan de forma más irregular; A Coruña y Pontevedra caminan en torno a la media, mientras que Ourense y Lugo se mueven por los extremos. “De esta comparativa cabe destacar que, en término general, los datos de las empresas familiares son mejores que los de las no familiares, principalmente si nos centramos en el período de crecimiento 2012-2015”, valora el estudio.
Finalmente se recoge el comportamiento del 10% de las empresas con peores resultados. Una vez más, las empresas familiares evolucionan de forma homogénea en torno a la media. El perfil es similar al de las empresas situadas en la parte central, pero a un nivel de resultados peores. Así, en el período estudiado, se produce una caída en los años 2008 y 2009, seguidos de una recuperación hasta 2011. Tras eso, comienza un periodo de crecimiento que, como excepción para este subgrupo, parece estabilizarse e incluso reducirse en el último año (2015).
En cuanto a las empresas no familiares, su punto de partida (2006) era “mucho peor “ que el de las familiares. Y aunque durante la primera etapa de la crisis estas empresas no sufrieron un gran impacto (excepto Lugo, que cae considerablemente en el 2009), se produce una pequeña recesión en el 2012, seguida por un período de crecimiento irregular.