En los últimos meses, convocados por la Fundación Juana de Vega, asociaciones de propietarios forestales, empresas de servicios y de la industria de primera y segunda transformación, han debatido e intercambiado ideas sobre la realidad del sector forestal gallego y sus demandas y necesidades. 

El presidente de la Fundación Juana de Vega, Enrique Sáez, y el presidente del Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia, José Manuel Iglesias, fueron los encargados de hacer públicas las propuestas de consenso alcanzadas, que se resumen en ocho grandes puntos.

En primer lugar, se considera que el futuro del medio rural "dependerá de su capacidad de generar valor y de su reconocimiento social". También se apuesta por romper la dicotomía medio ambiente-producción, y por superar "los problemas del abandono del rural". 

Potenciar las actuaciones de base colectiva y comunitaria que permitan superar los problemas del minifundio e impulsar la certificación forestal; simplificar la normativa vigente "con un marco claro y a largo plazo en la ordenación general del territorio"; concienciar a la sociedad sobre los valores del monte son otras de las propuestas que hace la cadena de valor de la madera.

Por último, se apunta a la formación y la innovación a lo largo de toda la cadena para mejorar la competitividad, así como a la promoción de la biodiversidad y el diseño de producto y a avanzar hacia la bioeconomía "para generar valor sostenible a largo plazo".

Los promotores de este documento aguardan que estos puntos de consenso sirvan de orientación "a las políticas públicas para la ordenación y la gestión forestal, en las que deben primar una visión a largo plazo. El medio ambiente y el sector forestal precisan de una estabilidad que perviva en los años y en las generaciones".

El acto de presentación de estas propuestas de consenso contó con la presencia de representantes de todas las asociaciones de la cadena, así como miembros de la sociedad civil, de las universidades, de la política y de entidades ecologistas.