Estas son algunas de las soluciones que debes tener en cuenta para resolver los impagos de las facturas de tu empresa.

Desafortunadamente, las facturas impagadas en las empresas no dejan de aumentar como consecuencia de la crisis económica. Algunas de ellas son de sumas bastante altas, lo que puede propiciar un desequilibrio económico en tu negocio.

Credit Back tiene la solución para las facturas impagadas de tu empresa. Es el recurso necesario para evitar más deudas y problemas relacionados con el dinero.

En ocasiones, es posible que no puedas pagar a otras empresas o clientes, o que ellos tampoco te paguen. Esto se debe a una falta de solvencia o un despiste, que termina convirtiéndose en un caso de morosidad.

Si esto ocurre, puedes confiar plenamente en esta empresa certificada por AENOR. Te permite derivar la gestión y los gastos que conlleva la reclamación de una factura impagada.

Para ello, cuenta con una serie de servicios:

• Opción Garantizada: Te garantizan un importe mínimo en la devolución y un determinado porcentaje de lo recuperado. Proceden al pago inicial y garantizan un porcentaje mínimo. Asímismo, asumen los costes de la reclamación, sea amistosa o judicial.
• Opción Óptima. Se deriva la gestión y gastos de la reclamación a Credit Back. Gracias a su experiencia, las probabilidades de recuperar la deuda aumentan.
• Opción Standard: Credit Back compra la cartera de impagos. Las posibilidades de cobrar lo impagado son muy altas. También se pueden cobrar facturas internacionales.

Reclamar una factura impagada amistosamente

Antes de reclamar una factura impagada de forma amistosa, es importante ver que no has cometido ningún error a la hora de elaborarla y enviarla. 

Si estás completamente seguro de que el cliente no ha realizado ningún tipo de pago, lo primero es averiguar qué ha pasado. Una llamada telefónica o un correo electrónico, a modo recordatorio, es el segundo paso que debes dar.

En caso de no hallar respuesta, siempre debes enviar cartas certificadas. Servirán también como pruebas en caso de que tengas que tomar medidas más estrictas.

Si la otra empresa decide no pagarte, la única opción es la vía legal.  Esto tiene su origen en el momento en el que abres un procedimiento monitorio.

Proceso monitorio

La Ley de Enjuiciamiento Civil dicta que, para los casos en los que las empresas que no quieran pagar una factura, el acreedor tiene el derecho a abrir un proceso monitorio. 

Un proceso monitorio es poner una reclamación ante un tribunal civil, manifestando que la determinada empresa no ha querido saldar su deuda y que podrá resolverse la situación en un juicio rápido.  

Al tratarse de un juicio, es necesario presentar pruebas. Todas las cartas certificadas, facturas y recordatorios informando de la presencia de su deuda, debes presentarlas durante el proceso monitorio.

Reclamar el pago de forma amistosa es más fácil. Permite saldar deudas sin trámites legales, lo cual supone una mayor rapidez a la hora de efectuar los pagos y una pérdida menor de tiempo.

Cuando no queda otra solución, el proceso monitorio es lo que necesitas para cobrar las facturas impagadas por parte de otra empresa, aunque implique la asistencia a un juicio rápido.

Antes de tomar una decisión precipitada, es importante valorar empresas como Credit Back para que compren esa deuda y recuperarla lo máximo posible.. De lo contrario, muchas veces las facturas quedarán sin cobrar.