Ángeles Vázquez destacó que esta línea de ayudas está destinada a los titulares de pequeñas explotaciones agrarias inscritas en el Registro de Explotaciones Agrarias de Galicia que tengan la capacitación profesional suficiente, residan en la comarca en la que radique la explotación o en una limítrofe y, siendo mayores de edad, no hayan conseguido la edad de jubilación.

Asimismo, la conselleira señaló que las explotaciones beneficiarias de estas ayudas requerirán, como mínimo, de un volumen de trabajo equivalente a la mitad de una Unidad de Trabajo Agrario (UTA) imputable al titular y se mantendrá por lo menos los 5 años posteriores al pago final de la ayuda.

La conselleira conoció las instalaciones de dos explotaciones de ganado vacuno en la localidad lucense de Castro de Rei; en ambos casos dirigidas por mujeres. En este sentido, Ángeles Vázquez felicitó a las propietarias y subrayó que su departamento tiene como objetivo fundamental elevar el porcentaje de mujeres que acceden a la titularidad o cotitularidad de explotaciones agrarias, consiguiendo o superando el 50%.

Ángeles Vázquez añadió que si las mujeres habían tenido el mismo acceso a los recursos productivos que los hombres podría incrementarse el rendimiento de las explotaciones agrícolas entre un 20 y un 30%, por lo que es imprescindible acabar con la brecha de género en el campo gallego.

Ayudas para el campo

También está abierto el plazo de presentación de solicitudes para las ayudas para el apoyo a las inversiones en las explotaciones agrícolas e incorporación de agricultores jóvenes, con un presupuesto de 36 y 18 millones de euros respectivamente.

En el caso de las aportaciones para el apoyo a las inversiones en las explotaciones agrícolas, se requiere ser titular de una explotación agraria inscrita en el Registro de explotaciones agrarias de Galicia y llevar a cabo un plan que mejore el rendimiento global de la explotación. Por otra parte, las ayudas para la creación de empresas por parte de agricultores jóvenes están destinadas a aquellas personas que, habiendo cumplido los 18 años y no llegando a los 41, deseen crear o incorporarse a una actividad agraria y consigan la capacitación profesional suficiente.