Una invitación al optimismo relativo
El ministerio de Trabajo público los datos de afiliación y paro a julio 2018, y dónde tras una rápida visión solo cabe el optimismo, la afiliación media a la Seguridad Social es la mejor de los últimos diez años, más de 19 millones de ocupados, los contratos indefinidos 190.151, es la mejor cifra histórica de un mes de julio.
Adentrándonos en los datos por comunidades, Galicia muestra una situación que cabe definir como exultante, con el mayor incremento absoluto de afiliados del mes, 15.046 y cayendo en 6.653 personas la cifra de paro registrado. La tasa de reducción relativa anual del paro registrado, -10,15%, mejora en 4,13 puntos la media de España, diferencia que se mantienen en términos de demandantes de empleo no ocupados, siendo la tercera comunidad en términos relativos donde más se redujo el desempleo. Pontevedra con un -12,13% es la provincia que más redujo el paro en los últimos doce meses.
Ahora bien, este paisaje, requiere contestar dos preguntas clave: ¿cuál(es) son las razones que explican esta bonanza laboral?, y por otra, si ¿todo lo que enseñan las estadísticas oficiales publicadas es tan positivo o si cabe ver nubarrones que condicionan la evolución descrita?.
En cuanto a la primera, varias cuestiones cabe enumerar:
a. una buena sintonía entre la administración autonómica y el tejido empresarial más relevante, y donde la estabilidad que la primera muestra dota del clima de confianza necesario;
b. el buen momento de sectores clave de la economía gallega, destacando el “comercio y reparación de vehículos de motor”, cuya afiliación a la S.S. en los últimos doce meses es la segunda que más creció (42.615 persona en España), “hostelería” y “manufacturas” ocupan el tercer y quinto puesto;
y c. la propia estructura socioeconómica gallega, que por sus características en cuanto a especialización, localización y tamaño empresarial, se beneficia de las ventajas de una recuperación económica general de una forma más suave pero a la vez más prolongada en el tiempo, Galicia es la séptima comunidad donde más aumento la tasa de afiliación relativa anual en el último año.
Sobre la segunda cuestión, es un hecho cierto que la recuperación económica en lo que va del presente año se redujo, la sostenibilidad de la misma no está asegurada, considerando los siete meses de 2018 y comparándolos con el mismo período de 2017, la afiliación media en España paso de crecer un 4,6% a un 4,1%. Además la tasa interanual de julio en términos de afiliación fue del 2,99%, primera por debajo del 3% desde 2014, a lo que se añade el hecho preocupante de que gran parte de la recuperación se sustentó como no podía ser menos en la construcción, quien en 2018 muestra cierto agotamiento. Si ello lo trasladamos a la economía gallega vemos como ésta, presenta una extrema debilidad en términos de industria con un desempleo 2,5 puntos superior a la media de España, mientras que la construcción aunque a distancia también se sitúa en cifras de paro superiores. Tomando la relación entre el paro registrado en Galicia y España por sectores, la media es del 5,2%, situándose por encima de esta cifra: industria, construcción, mientras que servicios y actividad primaria muestran un peso mejor que la media.
Esta situación plantea dos requerimientos básicos: por un lado una política económica eficiente desde todos los niveles de la Administración empezando por el Estado, que eviten la incertidumbre y reduzcan el riesgo económico; y por otro, mantener una acción política sólida en sectores clave: agroindustria, hostelería, manufactura y turismo, toda economía debe estar apoyada con políticas serias y estrategias adecuadas a las características socioeconómicas del medio socioeconómico en cuestión.