Las señoras de negro
Algunos expertos califican la crisis derivada de la pandemia como la peor desde la Gran Recesión de los años 30.
A los periodistas nos encanta este juego, tan americano por cierto, de identificar al superlativo. La historia se encargará de otorgar las pertinentes calificaciones. Por ahora me quedo con una curiosidad que ha llamado mi atención en medio de tanta confusión e incertidumbre por el futuro.
Las grandes esferas de la administración económica mundial están dirigidas por mujeres, a ellas les toca hacer frente a esta crisis abierta por el Covid-19 que sacude al mundo rico y que aún puede producir más estragos en continentes menos favorecidos, como América Latina, donde el virus se une a la miseria y a las carencias sanitarias.
Al frente del Fondo Monetario Internacional está Kristalina Georgieva, una economista y política búlgara que dirige este organismo formado por 183 países y que tiene por objetivo, entre otros, otorgar crédito a los Estados miembros que lo necesitan, a través de unos fondos que alcanzan los 300.000 millones de dólares.
A la cabeza de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, está Úrsula Von der Leyen, ex ministra de otra poderosa mujer, Angela Merkel. Es ella la máxima responsable de un colegio de comisarios entre cuyas labores está fijar las prioridades de gasto, la elaboración de los presupuestos europeos, negociar en nombre de los Estados miembros, etc. La presidenta de la Comisión es la máxima responsable de un presupuesto anual de 168.700 millones de euros.
En el Banco Central Europeo, otro nombre femenino: Christine Lagarde. La francesa, que ya estuvo en la presidencia del FMI, ostenta ahora el cargo de máxima responsables del euro como moneda común a 19 países. Su principal tarea es mantener la estabilidad del euro y garantizar el poder adquisitivo de los paises miembros. En otras palabras, es la vigilante de la salud de la moneda única europea. Esta entidad es también la que gestiona los posibles créditos o fondos a repartir entre los Estados de la UE que lo precisen para afrontar la crisis.
Lagarde, Von der Leyen, Georgieva... tres apellidos que en la actualidad dirigen varias de las principales instituciones económicas a nivel internacional. Tres mujeres que tienen en sus manos la gestión de unos fondos determinantes para abordar la crisis que se nos viene encima.
Se acordarán ustedes de los hombres de negro, esos tan temidos que debían comprobar que las condiciones impuestas por el rescate a la Banca española se cumpliesen a rajatabla... Pues ahora habrá que dar paso al género femenino en esta nada fácil labor. Y veremos los resultados. Todos nos jugamos mucho en ello.
Si siempre se ha considerado que el dinero es poder, resulta llamativo que -a pesar de las enormes desigualdades que se mantienen entre hombres y mujeres- quienes puedan fiscalizar nuestras cuentas sean ahora las señoras de negro.