Sí, a apoyar los incentivos a empresas para que los ayuntamientos reduzcan los impuestos para conseguir una implantación empresarial satisfactoria para todas las partes como generadores de empleo de calidad y estable que es lo que todos queremos.

¿Cuál es realmente nuestro modelo económico de suelo industrial, o cuál pretendemos que sea en Galicia?

Pues el de las diferentes administraciones, bajo nuestra opinión y hasta la fecha; errático, obsoleto, sin criterio, ambiguo e ineficiente. Por lo cual desde FEGEIN trasmitimos (en cuanto suelo industrial y la creación de empleos estables y de calidad) la línea de actuación que debería estar incluida en cualquier plan de choque económico en una autonomía, deprimida demográficamente como la nuestra. Primero veamos los datos.

Mientras el norte de Portugal, sus polígonos industriales, se llenan de empresas gallegas (de Pontevedra y Ourense en concreto), con su política de suelo a bajo coste, reducida burocracia, agilidad en los trámites y una fiscalidad reducida, pues aquí, en Galicia observamos millones de metros cuadrados de suelo industrial, urbanizado y sin urbanizar vacíos, con pérdida de tejido industrial.

Y ahora veamos qué pasa en nuestro vecino norte de Portugal. Y lo primero que constatamos es la feroz competencia que ya tenemos con el desarrollo de un mega polígono de 140 hectáreas entre Valença do Minho y Vila Nova de Cerveira con precios de mercado entre 1,20 euros metro cuadrado (el 95% de las firmas instaladas en el parque de Valença do Miño son gallegas). Y nuestra primera conclusión es que los fondos europeos recibidos por el norte de Portugal si han sabido emplearlos eficazmente, y que allí, sí que existe un procedimiento mucho más ágil en cuanto a trámites administrativos que facilitan que una empresa que quiere implantarse lo puede hacer con rapidez. Mientras aquí, vemos como los diversos trámites se eternizan años, acabando en demasiados casos, con el abandono de la iniciativa económica a implantar. ¿Es ese nuestro modelo económico? el de poner trabas y pérdidas de tiempo y recursos a nuestras empresas y emprendedores. No, verdad.

Bien, pues con este sencillo ejercicio comparativo (se lo recomendamos a los "eficientes y eficaces" responsables del IGVS) comprobamos como no somos competitivos y como las deslocalizaciones de empresas son una realidad que va en aumento. Pues si ya sabemos algunas de las causas intentemos ponerle remedios.

Lo primero es abaratar más él precio del suelo industrial público, o sea de todos, para fomentar la creación de pymes y a continuación reducir a la mínima expresión los trámites burocráticos y la liberalización de sectores económicos en una economía de libre mercado. Por esto mismo y siendo consecuentes con la defensa de nuestros principios económicos, desde la patronal inmobiliaria gallega apoyamos el contenido de la ley de fomento de implantación empresarial como un primer paso al que le tienen que seguir otros por parte de la administración autonómica.

Benito Iglesias Padrón, presidente de FEGEIN