El principal operador de graneles agroalimentarios del Puerto de A Coruña cuenta ya con una nave de 10.000 metros cuadrados, en una superficie de concesión de 15.000 metros cuadrados. Gracias a la ampliación que acometerá en virtud de estas dos solicitudes, la superficie de sus almacenes alcanzará los 23.000 metros cuadrados, en una parcela cercana a los 30.000 metros.

Este nuevo proceso de concesión de espacios en Punta Langosteira pone de manifiesto una vez más la eficacia en el proceso de traslado de operadores y también el interés que han despertado entre los principales clientes del Puerto de A Coruña las posibilidades de ampliación y expansión que les ofrece su ubicación en el nuevo recinto. Esta tendencia ha propiciado un importante incremento de la actividad, que se traduce en un movimiento cercano al millón de toneladas de mercancías el pasado año. Fundamentalmente se trata de graneles agroalimentarios y energéticos, que son los productos que cargan y descargan las empresas que ya han trasladado parte de sus instalaciones a Punta Langosteira. Además de Galigrain, destacan Pérez Torres Marítima y Terminales Marítimos de Galicia, ambas con naves industriales y concesiones en el entorno de los 30.000 metros cuadrados.

Por tanto, entre estos tres operadores, los más destacados del Puerto de A Coruña en movimiento de graneles sólidos, sumarán más de 90.000 metros cuadrados de concesiones en un futuro próximo, lo que permitirá acelerar esta tendencia ascendente en el volumen de tráficos en Punta Langosteira, donde ya se mueve alrededor del 40% de los graneles sólidos del Puerto. En el transcurso de este ejercicio se prevé superar holgadamente el millón de toneladas al que se acercó el balance de 2015 y seguir avanzando en la construcción de instalaciones industriales.

El traslado al Puerto Exterior supone un valor añadido para las empresas no sólo por las ventajas competitivas de la nueva dársena, sino también por su amplia superficie logística. Esto permite a los operadores concentrar sus instalaciones de manera más eficiente, ya que en algunos casos los equipamientos estaban dispersos en diferentes áreas del puerto e incluso fuera de él. De este modo no sólo se facilitan nuevos tráficos, sino que se propicia una mejora cualitativa en las condiciones de gestión de los tráficos ya existentes.