EnergyLab tiene sus instalaciones ubicadas en el edificio CITEXVI (Cidade Tecnolóxica de Vigo), que están íntegramente destinadas al desarrollo de proyectos de I+D+i empresarial y a la prestación de servicios, fomentando la generación de sinergias en la cooperación entre centros tecnológicos, grupos de investigación universitarios, empresas de base tecnológica y el tejido industrial y empresarial, para favorecer el impulso de la competitividad y la excelencia tecnológica de las empresas.

Por su parte, Repsol cuenta con su propio centro de investigación puntero, el Repsol Technology Lab, con más de 240 científicos e investigadores y que ha gestionado una inversión de 380 millones de euros en los últimos cinco años.  Año tras año, Repsol se sitúa en el grupo de cabeza en el ranking de las compañías españolas con mayor número de solicitudes de patente.

La compañía también apuesta por la innovación abierta con acuerdos y colaboraciones con otros centros de investigación, universidades o empresas.  En este caso, la alianza con EnergyLab tiene en común la búsqueda de soluciones innovadoras para la consecución efectiva y la consolidación de la transición energética y de los objetivos de descarbonización de la sociedad.

Repsol tiene el objetivo de ser una compañía cero emisiones netas en 2050 y para liderar esta transición energética y hacer frente al enorme reto de la descarbonización, apuesta por la neutralidad tecnológica, desarrollando un amplio abanico de tecnologías que aportan soluciones al cambio climático, convencida de que todas ellas serán necesarias.

Hace unos días, Natalia Barreiro, directora de la Refinería en A Coruña, junto a miembros de su equipo visitaron los laboratorios de EnergyLab, que cuentan con equipos de alta tecnología, y prestan servicios para el desarrollo de proyectos de I+D+i relacionados con la valorización de residuos orgánicos y de biomasa, y el ensayo de nuevos biocombustibles para el transporte. Se están analizando las posibles líneas de colaboración en proyectos innovadores y eficientes en el uso de los recursos, para convertir los retos actuales en oportunidades en el ámbito del I+D+i.

La digitalización y la tecnología, junto con la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso del CO2, son las palancas clave en las que la compañía apuntala su estrategia para transformar todos sus centros industriales en polos multienergéticos capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono