Solo crece la venta de vehículos híbridos y eléctricos
La venta de vehículos en Galicia cayó un 10% en 2022
Según los datos difundidos por Faconauto, Anfac y Ganvam, la contracción del mercado del automóvil en Galicia en 2022 fue casi cinco puntos superior al conjunto de España, en donde se vendieron 813.396 turismos y todoterrenos, un 5,4% menos que el año anterior. Esta cifra queda por debajo de las previsiones del sector que se situaban en torno a las 830.000 unidades en el mejor de los escenarios, debido, en parte, por el pronunciado descenso que se produjo en diciembre con una caída de las ventas de un 14,1% y 73.927 nuevas matriculaciones.
Las mayores ventas en términos absolutos de las cuatro provincias gallegas se registraron en A Coruña, con 9.832 vehículos turismo y todoterrenos vendidos el año pasado (un 9,09% menos). Sin embargo fue en Pontevedra donde menos descendieron las ventas (un 5,38% menos), contabilizándose un total de 7.341 unidades vendidas en 2022.
La provincia que peores datos arrojó en cuanto a venta de automóviles fue Lugo, donde se matricularon un 19,36% menos, un total de 2.919 turismos. En Ourense la caída fue del 14,34%, 2.532 automóviles vendidos frente a los 2.956 de 2021.
El mayor retroceso en las ventas se da en el segmento de vehículos diésel, cuyas ventas caen entre un 21,30% en Pontevedra y un 48,48% en Lugo. También se vendieron menos automóviles de gasolina, un 15,01% menos en Pontevedra y hasta un 23,21% en Lugo. Sin embargo, crecieron las ventas de otros tipos de vehículos (como híbridos y eléctricos), especialmente en A Coruña (un 13,40% más) y Pontevedra (un 15,74%).
Toyota, Hyunday y Kia fueron las marcas más vendidas en Galicia el año pasado, excepto en Pontevedra, donde se vendieron más Renault que Hyundai.
Valoraciones del sector
Desde las patronales del sector de la automoción, Félix García, director de comunicación y marketing de Anfac, explica que “2022 ha sido un año en el que el mercado ha vuelto a quedar por debajo de las previsiones. La crisis de los semiconductores se vio profundamente agravada por factores exógenos como la guerra de Ucrania o los confinamientos por la política de Covid Cero de China. Además de la crisis económica con alza de precios energéticos, inflación y tipos de interés, la tormenta perfecta se ha completado con estos cuellos de botella en los transportes marítimo y por carretera".
Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto, indica que “el año pasado, el mercado no ha podido cambiar su tendencia negativa debido sobre todo a los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios. Además, la subida en el precio de los combustibles y de los propios vehículos han sido circunstancias que han influido negativamente. Y en el trasfondo, un contexto en el que la inflación, el incremento de los tipos de interés y la incertidumbre de los hogares han erosionado la capacidad de consumo. Los concesionarios han visto agravada esta situación en el último tramo del ejercicio, cuando el mercado ha reflejado una clara caída de la demanda.
Por su parte, la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, destaca que “el año ha sido más complicado en cuanto a matriculaciones que el anterior y prácticamente, tenemos que retroceder hasta 2011 para ver unos volúmenes parecidos. En este tercer ejercicio seguido en negativo, en el que se han registrado unas 400.000 unidades menos que antes de la pandemia, la falta de oferta ha hecho mella en el mercado y todo apunta a que, aunque con menor intensidad, lo seguirá haciendo en 2023, con el riesgo que supone para el empleo y la competitividad del sector”.
Expectativas para 2023
Las patronales son cautas con respecto a qué sucederá este año en el mercado del automóvil. Para el director de comunicación de Faconauto, “la incertidumbre con la que cerramos 2022 nos impide vislumbrar un cambio para este 2023. Manejamos dos escenarios: un crecimiento escueto del 5%, es decir, 870.000 unidades, al que habría que sumar un 10% adicional si se solucionan los cuellos de botella en la producción, con lo que nos iríamos a 960.000 unidades. Ninguna de las dos previsiones es una buena noticia, porque estamos muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia”.
Para Félix García la evolución del mercado dependerá “de si termina el conflicto en Ucrania y se normaliza la cadena logística para que se puedan entregar más vehículos nuevos. Ayudará también a sumar nuevas matriculaciones que el Gobierno acelere las medidas para impulsar los puntos de recarga rápida y las ayudas directas para vehículos electrificados. Con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo”.