Aumenta la demanda de crédito
Los préstamos al consumo crecieron hasta los 95.885 millones hasta noviembre
Cambiar de coche, hacer una reforma en casa, financiar estudios superiores o emprender un proyecto de negocio son algunos de los motivos por los que los españoles recurren a financiación a través de préstamos personales.
Las entidades financieras concedieron hasta finales de noviembre 708.202 millones de euros en financiación a los hogares españoles, lo que supone un crecimiento del 0,9% interanual, según la estadística de Cuentas Financieras de la Economía Española del Banco de España. De esta cifra, los créditos destinados al consumo supusieron un importe de 95.885 millones de euros, mientras que las hipotecas crecieron hasta los 514.677 millones y la cartera crediticia destinada a “otros fines” lo hizo hasta los 94.869 millones.
Según la Encuesta de Préstamos Bancarios, también elaborada por el Banco de España, los criterios de concesión de préstamos a los hogares para consumo y otros fines se endurecieron ligeramente durante el tercer trimestre de 2021. En cambio, las condiciones generales de este tipo de créditos habrían registrado una cierta relajación, que se tradujeron en un descenso de los márgenes aplicados a los préstamos ordinarios y unas menores exigencias en relación con las garantías.
De acuerdo con esta encuesta, en el segmento de los préstamos a los hogares para consumo y otros fines la demanda de crédito habría aumentado de nuevo durante el tercer trimestre de 2021, principalmente por la mayor confianza de los consumidores, y la previsión es que continuase aumentando en el cuarto trimestre del año.
Tipos de préstamos
Pero, ¿a qué tipo de préstamos personales recurren los españoles para financiar compras o adquirir servicios? La fórmula más habitual son los créditos al consumo, categoría regulada por la Ley 16/2011 de contratos de crédito al consumo. Se trata de un préstamo concedido por una entidad a un persona física, con el propósito de satisfacer una necesidad de consumo concreta (comprar una moto, hacer un viaje, pagar un máster, renovar los muebles de casa...), cuyo importe oscila entre los 200 y los 75.000 euros. La cantidad prestada deberá ser devuelta mediante cuotas periódicas en el plazo y al tipo de interés acordados. La operación está garantizada por la solvencia del solicitante, o bien de las personas que lo avalen, si es necesario.
Por otra parte están los préstamos rápidos, que, como su nombre indica, se caracterizan por la rapidez en su concesión. Los trámites son más reducidos y en muchos casos pueden realizarse online (basta con cubrir un formulario y presentar el documento de identidad, la nómina, algún recibo y los datos de la cuenta bancaria), siendo la respuesta y la concesión por parte de la entidad crediticia rápida, y estando dotados de una gran flexibilidad en los plazos de pago. El importe que se concede en un préstamo rápido es menor que en un crédito al consumo (de 200 a 1.000 euros, habitualmente) , aunque el tipo de interés que se aplica suele ser superior.
Además, los consumidores pueden recurrir a los microcréditos, que son préstamos de reducido importe cuyo destinatario no cuenta ni con recursos ni con garantías suficientes para acceder a financiación para emprender un proyecto. Su origen está en un empresario bangladeshi, Muhammad Yunus (Premio Nobel de la paz en 2006), que realizaba préstamos pequeñas cantidades de dinero a personas desfavorecidas de su país para la puesta en marcha de pequeños proyectos, con excelentes resultados.
Hoy en día los microcréditos también pueden solicitarse de forma online y aunque sus características concretas dependen de la entidad que los concede, normalmente se trata de importes reducidos (de 50 hasta 10.000 euros según la oferta de comparadores de préstamos como Moneezy) y no suelen exigirse avales ni garantías.
A la hora de solicitar un préstamo al consumo, un préstamo rápido o un microcrédito, es básico tener en cuenta la propia capacidad de pago (las deudas no deberían superar el 40% de los ingresos) y analizar en detalle las condiciones de la financiación: importe de las cuotas, tipo de interés aplicable, plazo de devolución, si la entidad de crédito está supervisada por el Banco de España, etc.