Superávit casi histórico en su balanza comercial
La industria del metal cerró 2023 creciendo un 2,5% en empleo y un 16% en facturación
La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) presentó este lunes su balance de 2023, ejercicio en el que el sector creció un 16% en facturación y un 2,5% en empleo. El año pasado, todos los subsectores anotaron incrementos muy relevantes en facturación y empleo, y además se registró un superávit casi histórico en la balanza comercial.
El empleo en el sector metalúrgico gallego, que representa el 19% del PIB de Galicia y aglutina a 3.500 empresas, creció con fuerza en 2023, un 2,5%, hasta los 58.500 trabajadores. Según destacó Enrique Mallón, secretario general de Asime, encargado de detallar el balance del sector, no se registraba una subida similar desde los 2018 y 2019, previos a la pandemia. Con todo, Mallón apuntó que sigue habiendo una gran falta de profesionales en el sector, tanto cualificados como sin cualificar. De hecho, “el empleo podría haber subido incluso más en 2023, pero no lo hace porque no se encuentran personas para trabajar en el sector”.
En este sentido, Mallón incidió en que hay que seguir insistiendo en adecuar demanda de la industria con la oferta formativa oficial, a la vez que se flexibilizan trámites para atraer profesionales del extranjero o gallegos/españoles que quieran retornar.
“Si no hay profesionales gallegos suficientes, hay que poder incorporarlos de forma ágil desde otros países, especialmente de América Latina, por proximidad cultural e histórica. No es un problema de retribución, los convenios del sector metal gallego son de los que mejor retribuyen a nivel estatal de cualquier sector. El problema es demográfico, de natalidad y pirámide poblacional. Además, debemos seguir trabajando en poner en valor el sector para nuevas generaciones y/o profesionales de otros sectores que se quieran reconvertir. La industria es siempre generadora de empleo de calidad, buen salario y buenas condiciones”
Incremento del 16% en facturación
Por otro lado, el sector del metal en su conjunto ha registrado un incremento de facturación del 16%. Desde Asime recuerdan que esto no equivale a beneficios para las empresas, ya que de esta cifra hay que deducir la variación de materias primas y suministros, amortizaciones, etc. pero indican que “es un dato absolutamente positivo, que muestra el buen momento que vive el sector”.
Superávit de la balanza comercial
Asime puso en valor el enorme músculo exportador del sector metal gallego, que ha registrado un superávit casi histórico en su balanza comercial este año. Las exportaciones se incrementaron un 12%, a la vez que las importaciones bajaron un 30%, motivadas en gran medida por el cambio hacia el vehículo eléctrico y una menor importaciones de componentes de automoción relacionados con coches de combustión.
Galicia mantiene también su posicionamiento internacional y continúa en el top 5 de comunidades más exportadoras. Las exportaciones gallegas del sector metal representan al 39,3% del total gallego.
Crecimientos en todas las actividades
Por lo que respecta a las cifras por subsectores, la automoción creció el año pasado un 17% en facturación y un 2,5% en empleo.
La fabricación de vehículos aumentó un 33,7%, como también lo hicieron las matriculaciones, especialmente las de vehículos eléctricos, híbridos y de combustibles verdes, que crecieron un 22%, mostrando el inicio en cambio de tendencia para el cliente/consumidor.
La automoción gallega fue la protagonista absoluta en exportaciones (suman el 70% del sector metal), y también de la enorme caída en importaciones (se redujeron casi un 70% por la menor importación de componentes de vehículos de combustión motivada por el impulso al eléctrico).
Desde Asime insistieron en que la automoción gallega, con la planta de Stellantis a la cabeza, debe recibir en equidad los apoyos públicos necesarios dentro del panorama nacional: “Galicia es un territorio de automoción absolutamente protagonista, que debe ser tratada con equidad y en concurrencia competitiva con el resto de territorios”, afirmó Mallón.
En cuanto a la industria naval registró un crecimiento del 15% en facturación y del 3,5% en empleo, incrementos, especialmente en empleo, que no se registraban desde el año 2018 en prepandemia.
Asime puso en valor que, por fin, exista estabilidad en la industria naval gallega, motivada por el liderazgo de Armón en las instalaciones de la antigua Barreras, y también por la oportunidad que presentan las fragatas F110 o el buen momento de otros astilleros como Nodosa o Freire.
En este sentido, Mallón destacó que “Galicia recupera su liderazgo nacional, acumulando en 2023 siete de los 12 nuevos pedidos realizados en el conjunto español, pero a mayores tenemos una masa crítica que permite ser competitivos también a nivel internacional, especialmente en nichos de mercado como buques oceanográficos o el vector de la eólica marina, ya emplea a 2.000 trabajadores directos.
En materia de eólica marina, Enrique Mallón destacó la necesidad de potenciar las energías renovables: “Somos industria intensiva en consumo energético, lo que en nuestras empresas puede suponer hasta un 30% de los costes fijos, por lo que es determinante contar con un precio energético competitivo. Por eso no entendemos que se paralicen proyectos e inversiones en energías renovables como la eólica en Galicia, cuando estos han pasado todos los informes y estudios medioambientales requeridos. No se pueden judicializar inversiones sin tener en cuenta informes técnicos y rigurosos, nos parece tremendamente preocupante. La transición energética no es una opción, es una obligación, una decisión consensuada a nivel europeo. Galicia tiene en energías como la eólica marina una potencia tremenda que no debemos poner atrancos sin argumentos sólidos ni falta de rigurosidad".
La actividad de construcciones y estructuras metálicas, muy relevante y consolidada en el sector, pues cuenta con grandes empresas fachadistas y de estructuras, creció un 2% en empleo y un 5% en facturación, ligeramente por debajo del resto de actividades del sector, debido al incremento de costes de materiales, que propiciaron la paralización de muchas obras públicas y, es especialmente, privadas.
Por último, la aeronáutica registró importantes incrementos del 5% en empleo y el 25% en facturación, motivada por la recuperación de la aviación comercial a niveles prepandemia, pero también por los enormes nichos de mercado abiertos en materia de defensa y drones. “Galicia se conoce hoy en el mundo por tener proveedores Tier 1 de primer nivel, y por su industria creciente en no tripulados”, afirmó el secretario general de Asime.
Perspectivas optimistas para 2024
En su análisis, Enrique Mallón expuso que el sector del metal y sus tecnologías asociadas tiene un nuevo nicho de mercado en la industria de defensa: “Una docena de nuestras empresas ya trabaja en este vector, pero hay más de 120 empresas que pueden trabajar de forma protagonista en esta actividad. Puede tener un crecimiento muy relevante en los próximos años, si hacemos inversiones y somos ágiles a la hora de entrar en este mercado”.
En general, Asime destacó que el sector se encuentra en un buen momento, pero que enfrenta retos clave como el de conseguir profesionales, reducir la dependencia energética, mejorar en innovación y seguir diversificando. En este sentido, Mallón destacó que “el 90% de las empresas más competitivas del sector son las que están más diversificadas y tienen multiactividad”.
Para 2024, las perspectivas son optimistas, aunque Asime insiste en que “hay que tener industria enraizada en nuestro territorio para ser competitivos a nivel mundial, especialmente con los cambios que se están produciendo en el panorama geopolítico”