Este dato fue dado a conocer en la presentación por parte del Foro Económico de Galicia en Santiago del II Informe de Coyuntura Económica de 2019. Pese a este descenso, el PIB gallego sigue a crecer más que la media europea (1,5%) y de la zona euro (1,2%).

Según expusieron los expertos del Foro, la ralentización de la economía gallega parece ir asociada a un cambio en el patrón de crecimiento atendiendo a las aportaciones de la demanda interna y externa. En lo que tiene que ver con la demanda interna, con una aportación positiva al crecimiento agregado del PIB de 3,3 puntos, destaca el mantenimiento del impulso de la inversión (6,9%), así como el elevado dinamismo del gasto de las familias, con un incremento del 3,4%, el valor mas elevado desde 2006.

En cuanto al saldo exterior neto, por cuarto trimestre consecutivo la demanda externa resta puntos al crecimiento del PIB. En el primer trimestre del año, tras la fuerte contracción de las exportaciones, así como de las importaciones, la aportación negativa se situó en un punto porcentual.

Sin embargo el desplome de la demanda externa que refleja la contabilidad del IGE en el primer trimestre parece excesivo e invita a ser cauteloso y esperar a la confirmación de este patrón de crecimiento, apuntan desde el Foro.

Crecimiento por sectores

Desde el punto de vista sectorial, el crecimiento gallego se sustenta en buena medida en el subsector de comercio, transporte y hostelería, que crece un 6,8% respeto al año anterior, más de tres puntos por encima de la media estatal. Al mismo tiempo, se registra una contracción del sector industrial en su conjunto, y de la industria manufacturera en particular lo que contrasta con el incremento registrado en España. En el primer trimestre de 2019, la industria manufactureira se contrajo un 1,7%, a diferencia de lo que sucede en España donde la tasa de crecimiento interanual se sitúa en el 1,2%.

Los datos recogidos en el informe invitan a reflexionar sobre posibles cambios tanto en la política industrial de la Xunta de Galicia y los instrumentos ahí definidos, como en la estrategia de internacionalización aprobada y las políticas de I+D+i. En este último caso, la posición relativa de Galicia en el índice regional de innovación presentado por la Comisión Europea retrocede en relación al conjunto del Estado, manteniéndose estable en relación a UE.

Mercado laboral

El Informe de Coyuntura también analiza el mercado de trabajo gallego, que mantiene su tendencia positiva en término de creación de empleo y reducción del paro, si bien persisten sus debilidades. Este buen comportamiento de los grandes agregados se traslada a los hogares, registrándose una evolución descendente tanto del número de hogares sin perceptores como de hogares gallegos con todos sus activos en situación de desempleo, así como el incremento de aquellos donde todos sus activos son ocupados.

En cuanto al dato de ocupación el estudio del Foro Económico de Galicia resalta que el empleo femenino presenta un mejor comportamiento que el masculino. Este incremento de la ocupación se produce fundamentalmente en el sector servicios, influenciado por el incremento en las actividades relacionadas con la hostelería, servicios sociales y actividades.

Impacto de la subida del SMI

La aprobación por parte del Gobierno de España de la suboa del salario mínimo inter-profesional (SMI) hasta los 900 euros a partir del mes de enero pasado supuso una medida de calado desde el punto de vista político, social y, por supuesto, económico.

Por esta razón el Foro Económico de Galicia integra en este informe dos visiones contrapuestas sobre este tema a un debate aún abierto. En primer lugar, José António Neira, secretario general en funciones de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) señala los efectos negativos de una suboda unilateral sobre la competitividad y la creación de empleo. Por su parte, Manuel Lago, profesor de la UDC y execonomista de Comisiones Obreras hace hincapié en la eficiencia de la medida en términos de mejora del bienestar sin producir destrucción de empleo como se comprueba en las fuentes estadísticas empleadas en el análisis del mercado de trabajo: Contabilidad Nacional y EPA.