Son algunos de los datos que se desprenden de los resultados del “Barómetro de Economía de Galicia” correspondiente al segundo semestre de 2021, realizado por el Consello Galego de Economistas, órgano que aglutina a los colegios de economistas de las cuatro provincias. El estudio recoge la opinión del colectivo de los economistas gallegos en relación a parámetros clave de la economía regional, nacional y provincial.

Los datos extraídos del Barómetro del segundo semestre de 2021 han sido presentados este martes en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Santiago de Compostela por el director de la publicación, Venancio Salcines Cristal; por la coordinadora del equipo de investigación, Beatriz López Bermúdez, y por el presidente del Consello Galego de Economistas, Miguel Vázquez Taín. El Barómetro vuelve así a recuperar la presentación presencial, cancelada durante algo más de un año debido a la pandemia.

Inflación prolongada e impuestos

Todos los profesionales de las cuatro provincias consultados opinan que el alza de precios no será tan corta como vaticinan las autoridades monetarias y son los entrevistados de Pontevedra (67,80 %) los más rotundos, seguidos de Lugo (53,49 %), Ourense (48,72 %) y A Coruña (39,07 %). Por el contrario, los encuestados de Lugo (39,53 %), A Coruña (39,07 %), Ourense (20,51 %) y Lugo (17,80 %) consideran que se trata “de un nuevo ciclo de subidas de precios, aunque no será preocupante”. Esta posición suma un promedio de un 29,90 %. Este apartado finaliza con un 19,10 % que precisa la situación originada por la inflación “será puntual y pasajera, fruto de la salida de la crisis sanitaria”.

Sobre la recuperación económica, la mayoría de los consultados (55,27 %) cree que debe asentarse con una bajada de impuestos que reactive el consumo y la inversión. Un 23,36 % es partidario de una subida de impuestos “para sanear las cuentas públicas e impulsar la inversión pública”. En detalle, el 74,42 % de los profesionales de Lugo, el 56,29 % de A Coruña, el 50 % de Pontevedra y el 46,15 % de Ourense optan por la bajada impositiva.

Otro apartado que merece el interés del “Barómetro de Economía de Galicia” es cómo debe abordar la Xunta de Galicia la nueva etapa de crecimiento económico. Son más numerosos (46,58 %) los que consideran que el Gobierno autonómico debe fortalecer su papel inyectando gasto público para liderar la recuperación. El 36,61 % es partidario de aplicar “una agenda liberal que promueva que la inversión privada sea el motor real del crecimiento” y un 16,81 % opina que la acción de la Xunta debe seguir como hasta ahora.

Mejora de la percepción económica en Galicia y en España

Los resultados muestran una mejoría de las expectativas del crecimiento de Galicia a corto plazo con respecto a hace seis meses con porcentajes que varían entre el 35,9 % y el 59,5 %. Los colegiados de Ourense se muestren en este aspecto como los más optimistas seguidos por los profesionales de las provincias de A Coruña, Pontevedra y Lugo. Similar percepción de la economía se obtiene para España en donde los entrevistados también mantienen una esperanzada confianza en el futuro. En todo caso, conviene resaltar que el documento recoge que el 75 % de los encuestados manifestó que la situación económica de España empeoró en los últimos seis meses.

Por último, la economía provincial también ocupa un espacio en el cuestionario del Barómetro. Los participantes de las cuatro provincias hacen una la valoración positiva sobre el futuro de la economía, si bien los profesionales de Lugo son los que muestran un mayor pesimismo.

Competitividad

Los factores que afectan a la competitividad tanto de las provincias, de Galicia y de España han sido una de las cuestiones más relevantes de la presente edición del Barómetro correspondiente al segundo semestre de 2021. Los colegiados destacaron el I+D+i como el factor que más influye en la competitividad. El segundo lugar lo ocupó la formación y el tercero la reducción del paro. En total se sometieron ocho conceptos a valoración tras los ya mencionados: nivel de consumo, presión fiscal, precio de la energía, costes salariales, acceso a la financiación y fraude.