Presentación de resultados del "Estudio socioeconómico y estratégico de O Ribeiro"
La D.O. Ribeiro redujo su producción de uva a la mitad en los últimos 15 años
El estudio, elaborado por un equipo de diez experrtos liderados por el doctor en Ciencias Económicas de la USC Edelmiro López y el doctor en Administración y Dirección de Empresas de la Uvigo, Andrés Mazaira, y financiado por la Diputación de Ourense, analiza la situación actual de la denominación de origen O Ribeiro y propone una estrategia de dinamización socioeconómica para su territorio.
Según el informe, la Denominación de Origen Ribeiro tiene un peso relevante dentro del conjunto de las cinco gallegas pero esta relevancia no se traslada directamente a los mercados viéndose notablemente reducido su peso relativo tanto en términos de volumen de producción y comercialización como de valor económico de la producción.
Pero uno de los aspectos que más preocupa a los expertos es la capacidad efectiva de producción de uva de las bodegas de O Ribeiro, que presenta una clara tendencia descendente en los últimos quince años, período en el que la producción se redujo a la mitad; una tendencia descendente que se aceleró en la presente década y en particular en los años más recientes, de tal modo que sólo en el trienio 2016-2018 la caída fue del 36,3%.
Las causas de la caída de la producción hay que buscarlas en dos procesos: la reducción de la superficie de viñedo activa en la denominación, y el descenso de los rendimientos por hectárea. La contracción de la superficie (en un 18,4%) explica algo más de la tercera parte de la reducción del volumen de uva producido pero es significativa porque ligado a la elevada edad media de los viticultores y al bajo grado de profesionalización de los mismos amenaza el futuro del tejido productivo primario.
Analizan los expertos este movimiento de abandono progresivo de la actividad vitivinícola, que se deriva de la elevada edad media de sus viticultores (cerca de la mitad tienen más de 65 años) acompañado, por una parte, de una tasa de incorporaciones y relevo generacional que no logra compensarlo, y por otra, de una inmovilización de la tierra que se abandona y unos precios de la tierra muy elevados, y lo que a la postre, condiciona la recuperación del potencial productivo del Ribeiro.
A esto hayy que añadir una excesiva fragmentación parcelaria: 1.374 hectáreas de la D.O. están divididas en 20.542 parcelas, lo que supone apenas 0,82 ha/viticultor , repartidas en una media de 12,4 fincas con una superficie media inferior a 700 metros cuadrados. Aun así, las parcelas con 1.000 metros cuadrados o más, el 15% del total, suponen el 60% de la superficie de viñedo; constituyendo la principal base productiva de la D.O.
La estructura de las bodegas es heterogénea en el ámbito de la D.O. Ribeiro: cuatro cooperativas comercializan el 34,1% del vino, cuatro bodegas que producen más de 400.000 litros (y que, sumadas a Viña Costeira, concentran dos tercios de la producción); otras 31 bodegas de menos de 400.000 litros: (comercializan el 27,9% del vino) y finalmente 63 cosecheros que suponen el 6,6% del vino de la denominación.
Situación del mercado
Respeto a la situación del mercado del vino, los expertos establecen que hay una estabilización del consumo de vino tanto en el mercado global como en el conjunto de España, basándose en datos de la consultora Nielsen. Además, destacan la importancia creciente de la internacionalización lo que hace que la presencia en mercados internacionales sea cada vez mas imprescindible. En último lugar se constata una preponderancia del canal Alimentación, que sigue a ganar protagonismo frente a de hostelería en términos de volumen de vino comercializado.
Según los autores del estudio, O Ribeiro se centra en producir un vino relativamente similar con un enfoque muy orientado al producto y poco orientado, en general, al mercado y con bajos niveles de diferenciación para adaptarse las particularidades de los distintos segmentos de mercado.
En cuanto a situación de la denominación en el mercado del vino estatal, representa alrededor del 2,1% del volumen, siituándose entre las 11 mayores D.O., y del 1,9 % en valor, manteniéndose en el top ten. En cuanto a vinos blancos, la D.O. Ribeiro pelea con Rioja por el tercer puesto en volumen de mercado, superándola en el canal de Hostelería, pero lejos de ella en el canal de Alimentación.
En referencia a los precios que registran los vinos de O Ribeiro, mientras que en el canal Alimentación los precios medios se sitúa por debajo del precio medio de mercado, en el sector de la Hostelería supera significativamente la media de vinos blancos tranquilos.
Medidas de impulso
Tras exponer los autores estos resultados, el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegido Ribeiro, Juan M. Casares, anunció que la entidad impulsará todas las medidas a su alcance para conseguir la revitalización y fortalecimiento del tejido productivo de la denominación de origen.
Según Casares necesario actuar en cuatro frentes. En primer lugar se va a elaborar un Plan de Acción para el período 20/21 que "nos permita aplicar as medidas máis prioritarias en materias de dispoñibilidade de terra e de orientación cara o mercado". En segundo lugar se convocará una "Mesa de diálogo permanente entre bodegas y viticultores"; un foro que los acerque como actores principales que son en la cadena de valor del vino. Política de precios, contratos, demanda de variedades a plantar, deben ser materias en las que ambos vayan de la mano.
La elaboración de un "Estudio de costes de producción de uva y vino en O Ribeiro" permitirá conocer al por menor las realidades productivas de los dos escalones de la cadena de valor. En último lugar, Juan Casares propondrá las reformas necesarias en la política de promoción del Conselo Regulador con dos objetivos principales: potenciar la marca Ribeiro y diseñar nuestras acciones bajo la premisa de una mayor orientación cara el mercado.
Todas estas medidas tienen como objetivo colocar de nuevo al Ribeiro en el lugar que le corresponde y favorecer la economía de una comarca cuyo motor económico es el vino. “O Ribeiro é unha enocomarca porque o viño é o seu motor económico. Son 108 adegas con máis de 200 empregos directos; son case 1.700 viticultores que dependen total ou parcialmente dos ingresos da viticultura; son persoas, son familias e son capitais arriscados en proxectos de vida. Pero tamén é o comercio das vilas, o mantemento dos servizos básicos e a industria auxiliar ligada a ela. Por esta razón, do que nós fagamos dependerá en gran medida o futuro deste territorio histórico, senlleiro e ancestral.”