Las estadísticas correspondientes al mes de abril  –últimas oficiales- muestran un desplome en el consumo de carburantes de automoción en todas las provincias gallegas. En el caso de la gasolina, la provincia que más acusa el golpe es Ourense con una caída del 73, 4%, seguida por Pontevedra, 71,6%, A Coruña con 71, 4% y Lugo con una bajada en el consumo de un 70,6%, con respecto al mismo mes de 2019.

Estas cifras reflejan la media provincial pero en algunas localidades la caída del consumo llega a alcanzar el 80%, caso de varias estaciones de servicio de Vigo, Baiona o A Guarda.

Por su parte, el consumo de Gasóleo A para automoción cayó en el mes de abril a menos de la mitad de lo que se consumía en abril del 2019. Por provincias, en este caso es Pontevedra la que lidera la caída en el consumo, con un 60% menos, seguida de Ourense con un 58% menos, A Coruña un 54% y Lugo que pierde casi la mitad del consumo, un descenso de un 45,1%.

El presidente de Fegaes, Benigno Redondo, es optimista y considera que “si todo va bien en Galicia se podrá llegar a la normalidad en el consumo de carburantes después del verano”, aunque reconoce que el miedo a los rebrotes y la posibilidad de una vuelta atrás sigue siempre presente.

Suben los gasóleos de uso agrícola y calefacción

En cuanto a los datos del confinamiento, los únicos  grupos de consumo que presentaron valores positivos con respecto al año anterior fueron el de Gasóleo B para uso agrícola que se incrementó en un 52,8% con respecto a abril del 2019 y el  de gasoil para calefacción, propiciado por el confinamiento de miles de familias en sus domicilios. En el conjunto de Galicia el consumo de este tipo de combustible experimentó un incremento medio de alrededor de un 40%.

Petición de ayudas

La obligación por parte del Gobierno de abrir las estaciones de servicio, a pesar del mínimo volumen de ventas, supuso un importante sobrecoste para los empresarios del sector, aseguran desde Fegaes. Por ello, la Federación Gallega de Estaciones de Servicio solicitará a la Administración ayudas para paliar los gastos extraordinarios producidos por el servicio esencial realizado durante el confinamiento y que, en algunos casos, supuso para estos empresarios descensos en la facturación que llegaron en algunos casos al 90%.