El director territorial del ICEX en Galicia, Sergio Prieto, y la presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia, Patricia García, han analizado este miércoles los datos de comercio exterior del primer trimestre. Aunque Galicia se mantiene como la sexta comunidad exportadora de España, el peso de sus ventas internacionales se ha reducido considerablemente, hasta situarse en el 7,3 % (era del 8 %) en estos tres primeros meses de 2019.

Las razones hay que buscarlas en la alta exposición de Galicia a los riesgos de los mercados europeos, superior a la media nacional debido a la elevada concentración de nuestras exportaciones en países de la UE. “El 74 % de las exportaciones gallegas se concentra en países de la UE, y eso son siete puntos por encima de la media nacional, mientras que apenas tenemos presencia en otros mercados. Solo Marruecos, Estados Unidos, México, Turquía y China están entre nuestros principales clientes”, señaló Sergio Prieto, director territorial de Comercio y del ICEX en Galicia. “Estamos como estaba España hace diez años”.

De los cinco principales clientes de las empresas gallegas, cuatro son mercados que presentan problemas: Italia está en recesión desde enero; Francia y Alemania podrían entrar en la misma situación, y Reino Unido afronta el problema del ‘brexit’. “Debemos remangarnos todos y apoyar que las pymes busquen nuevos mercados”, apostó por su parte la presidenta del Círculo, Patricia García, quien aludió también a los riesgos de japonización de las economías europeas.

En palabras de Sergio Prieto, que calificó la situación como grave, “será un proceso largo. España tardó una década en reducir esa concentración al 67%”, una realidad que obliga a “empezar cuanto antes para ver cuanto antes resultados”, apostilló Patricia García.

Comportamiento provincial desigual

La provincia de A Coruña, como consecuencia de las caídas de los sectores textil y combustibles, se lleva la peor parte, con un retroceso del 19 % en este trimestre, lo que la coloca como la octava provincia exportadora de España, cediendo dos puestos a Pontevedra, que palía mínimamente la disminución de las ventas de automoción (en un 10%) hasta bajar en un 1% las ventas totales, mientras Lugo y Ourense, con cifras mucho más reducidas, han visto incrementadas sus ventas internacionales en un 18 y 6% respectivamente.

Por el contrario, las importaciones gallegas crecieron un 14%, lo que explica el empeoramiento del saldo comercial, algo que “no debe obsesionarnos si somos capaces de estructurar convenientemente nuestro comercio exterior”, resaltó Patricia García: “Es bueno que la balanza esté equilibrada, pero es más importante que nuestras empresas aporten valor añadido a productos y servicios: que seamos capaces de transformar la materia prima o semimanufacturada que compramos fuera, como ya están haciendo algunos sectores”, en alusión al sector pesquero, cuya balanza sectorial es deficitaria debido a las importaciones de producto que es transformado en las fábricas de conservas.