La bajada más significativa de tráficos en el Puerto de A Coruña se produjo en el sector de graneles sólidos, y se corresponde con los tráficos de carbón que generaba la térmica de Meirama y los de alúmina y bauxita correspondientes a Alu Ibérica. La parada técnica que realizó la refinería de Repsol provocó asimismo un leve descenso, coyuntural, en graneles líquidos.

A pesar de esta situación sobrevenida por causas externas, el Puerto de A Coruña se mantiene como el primero de Galicia en tráfico de mercancías y de pasajeros. Encabeza también el sector de cruceros en la cornisa cántabro-atlántica, superando una vez más el centenar de escalas, y la lonja coruñesa se afianza como la primera de España en descargas de pesca fresca y marisco, de acuerdo con las estadísticas oficiales de la Consellería do Mar.

Del balance de 2019 la Autoridad Portuaria coruñesa destaca la consolidación de los tráficos del Puerto Exterior en el entorno de los 2 millones de toneladas anuales. Su aportación -recalca la nota difundida por la Autoridad Portuaria- "es fundamental para que A Coruña siga liderando el tráfico de cereales en todo el norte de España", con más de 2,3 millones de toneladas anuales. Las instalaciones de Punta Langosteira ya se han convertido en el principal centro logístico de graneles agroalimentarios del noroeste de la península Ibérica, contribuyendo al desarrollo del sector avícola y ganadero de Galicia, y generando cientos de puestos de trabajoen el sector del transporte y de la fabricación de piensos compuestos.

La Autoridad Portuaria, en colaboración con los operadores, mantiene un intenso plan de comercialización del Puerto Exterior. La inversión privada ejecutada o en tramitación en Punta Langosteira supera ya los 220 millones de euros, y la superficie concesionada se acerca a los 300.000 metros cuadrados y sigue en crecimiento.