El gasto medio por peregrino se estimó en 225 euros
Camino de Santiago: cómo superarlo y llegar al Apóstol
Recorrer el Camino de Santiago es un reto físico y mental. La satisfacción y el encuentro espiritual de visitar al Apóstol es un premio al esfuerzo, bien se haya completado el camino a pie, corriendo o en bicicleta. Entre ambas etapas, comienzo y final, se requiere de completar una preparación y de aplicar una serie de consejos durante el trayecto. El comienzo, por supuesto, arranca eligiendo el tipo de camino que se completará, elección que puede resolverse con una visita al portal de Viajes Orbis Ways.
El Camino de Santiago no está vetado a ninguna persona en términos físicos, puesto que hay diferentes vías que desembocan en la plaza de la Catedral de Santiago de Compostela. La peregrinación está recomendada para todas las personas sin importar su condición y edad. No obstante, sí se recomienda haber completado una preparación previa de, al menos, 2 meses de duración; de lo contrario, esta experiencia acabará convirtiéndose en una pesadilla y en poner en riesgo la salud. Si, por ejemplo, se elige completar el Camino de Santiago Portugués andando o en bicicleta deberemos completar una serie de entrenamientos en ascenso durante ese tiempo con el propósito de fortalecer piernas y demás músculos.
Otro aspecto importante, en los días previos, al comienzo de este reto consistirá en establecer una serie de kilómetros a recorrer en cada etapa del camino, así como preparar adecuadamente el equipaje a portar y conocer aquellos lugares en los que pernoctar. Aquí, durante cada etapa, el consejo básico es recorrer cada día con tranquilidad, a un ritmo adecuado a nuestra condición física. Día a día, iremos adquiriendo confianza hasta completar el Camino de Santiago Portugués por la costa, siempre y cuando optemos por esta vía de peregrinar.
El impacto económico de los peregrinos
Recorrer todos los kilómetros y acceder a la Catedral de Santiago de Compostela supone cumplir esa promesa, ese reto y también dotar de un considerable beneficio económico a aquellos municipios y establecimientos cercanos a las diferentes vías del Camino. Al término de este 2022, a buen seguro que se superarán las cifras reflejadas en los años previos a la pandemia, en donde se rozaron cifras cercanas a los 1.000 millones de euros (según estiman desde la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago); con el coronavirus, todo quedó frenado en seco.
Si profundizamos en esos estudios previos a la pandemia, el gasto medio por peregrino se estimó en 225 euros (con un gasto de 43 euros diarios por persona), provenientes en un buen número por personas de Andalucía y seguido por Madrid, Cataluña y Comunidad de Valencia. ¿Y en qué se gastaron ese dinero cada peregrino? La respuesta es básica: alojamiento, manutención y productos y fármacos de farmacia. El 70% del presupuesto se destina a estos aspectos; la otra parte en buscar un medio de transporte hasta el lugar escogido para iniciar el camino y, posteriormente, tras completar, en regresar al hogar. Los peregrinos no sólo gastan su dinero durante el peregrinaje, sino que de manera indirecta contribuyen a la creación de empleo. Según datos de la asociación mencionada anteriormente, el 18% de los empleos que se crean en Galicia están relacionados con el Camino de Santiago.