Calidad de vida, principal motivo para un traslado a zona rural
Para revertir la situación de este fenómeno, más conocido como la España vaciada, se intenta dar visibilidad a un problema. Según un informe de Julius Baer, empresa dedicada a la gestión patrimonial, las previsiones indican que, en 2050, la población rural será solo del 30%.
Después de la pandemia y el confinamiento, han sido muchos los que se han decidido a cambiar las grandes ciudades por el campo. Entre los motivos: búsqueda de calidad vida, necesidad por vivir en espacios naturales, el fomento del teletrabajo y el desembolso económico que suponen las grandes urbes.
Vivir en la ciudad es cada vez más caro y muchos son quienes tienen que buscar soluciones para conseguir dinero rápido. Largos desplazamientos, inflación, precios desorbitados… Un estudio de Fotocasa explica qué mueve a la población a tomar la decisión de cambiar la ciudad por el campo.
Requisitos para mudarse a una zona rural
La investigación titulada Análisis sobre la España vaciada establece que la decisión de este cambio de vida necesita unos requisitos mínimos. Tener conexión a internet y estar cerca de los servicios esenciales no parece ser negociable a la hora de cambiar la ciudad por el campo.
El perfil de los más motivados a este cambio tiene entre 35 y 44 años, vive en pareja y tiene hijos. De hecho, 6 de cada 10 personas que buscan vivienda activamente tienen intención de trasladarse a un pueblo. El 5% lo asegura con rotundidad gracias a la posibilidad del teletrabajo, y el 50% dice que le encantaría, pero no puede.
Los pueblos más demandados son los que tienen un mínimo de 1.000 habitantes. Estos atraen a un 66% de quienes buscan este cambio, mientras que tan solo 1 de cada 10 se inclinaría por un pueblo de 100 o menos habitantes para vivir.
Imprescindible que tenga servicios básicos
Aunque el tamaño importa, los servicios esenciales también. Un 85% de quienes buscan casa en zonas rurales necesita que el pueblo elegido esté lo suficientemente cerca de los servicios básicos, entendiendo por estos: centro de salud, colegio, instituto…
La conexión a internet de calidad tampoco es negociable para un 78% de quienes buscan casa. El transporte y las infraestructuras les importan a 7 de cada 10 que necesitan saber que hay disponibilidad de trenes, autobuses o tranvías que los lleve a las capitales en un tiempo prudencial.
El ocio también se valora, especialmente entre los más jóvenes, aunque no hace falta que esté en el mismo lugar que la residencia, pero sí cerca. Hasta los 34 años es un requisito demandado en un 60% de las ocasiones, que se reduce al 50% entre los 35 y los 54 años y a un 30% entre los que tienen 55 y 75 años.
Mudarse al campo: una decisión muy meditada
Independientemente de la edad que se tenga y lo que cada uno priorice en su vida, cuando uno piensa en los requisitos para vivir en zonas rurales hay que descubrir ante que escenario se está. El primero es un plan efectivo y realista para el traslado y el segundo es, simplemente, mostrar un interés que no acabará en mudanza.
Los primeros ya tienen clara su decisión y son un colectivo que ha mirado con lupa las ventajas e inconvenientes de este cambio. Su actitud es bastante más realista y saben que renuncian a ciertos servicios y comodidades que no tienen las zonas rurales. Los que solo muestran interés son bastante más exigentes a la hora de decidir.
El 73% de ese grupo con planes reales quiere que la zona escogida esté cerca de los servicios básicos. El 70%, por su parte, exige una fibra óptica buena o conexión a internet de calidad para poder desempeñar su trabajo. Por último, el clima también se valora y triunfan las temperaturas moderadas, así como el deseo de trasladarse a una zona ya conocida por los aspirantes.