Más de 35.000 empresas gallegas generaron un valor añadido bruto de 30.500 millones de euros
Ardán radiografía el entorno empresarial gallego
En el informe Ardán Galicia 2020 se presenta una visión completa de la economía de Galicia desde múltiples dimensiones tales como análisis de competitividad regional, coyuntura económica, análisis del tejido empresarial y diagnósticos sobre el desempeño de las empresas gallegas en aspectos como la internacionalización, la igualdad, la innovación o la economía circular.
El estudio se elabora a partir de las cuentas anuales del ejercicio 2018 de 35.168 empresas gallegas que facturaron 104.500 millones de euros con una aportación al PIB, a través del valor añadido bruto, de 30.500 millones de euros. Esta cifra recoge un récord histórico para los datos de Galicia ya que su capacidad de creación de riqueza fue de un 80% mayor sobre la que se produjo en el año 2009, el peor año de la crisis y los puestos de trabajo directos asignados a estas empresas fue de 404.000 personas, un 4% más que el año anterior.
Aunque como viene siendo habitual el sector textil, confección y moda representó el 40,95% del valor añadido bruto generado en nuestra comunidad autónoma, los datos de las empresas de Vigo y su área de influencia en todos los parámetros estudiados representan mejores valores comparados con la media gallega. Destacan los diferenciales en creación de empleo que, en el último año, registraron un crecimiento del 5,6%, casi dos puntos porcentuales por encima de la media de Galicia. “Vigo y su comarca presenta valores medios en la productividad del empleo un 5% mayor que la media gallega, lo que se traduce en un diferencial de 1.500€ por empleado y año” reseñó el delegado del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, David Regades.
Como explicó el delgado “habrá que ver en la próxima edición cómo la crisis sanitaria en la que estamos inmersos afectará a los resultados” pero -añadió- “me gustaría enfatizar que esta crisis ha llegado a Galicia en una situación de récord en facturaciones y creación de valor y si bien habrá sectores afectados y con pérdidas, también se abrirán oportunidades nuevas para otros”.
Silver Economy
En esta línea se ha considerado muy oportuno que la edición de este año el monográfico especial se haya dedicado a la Silver Economy en Galicia, un sector que engloba el conjunto de todas las actividades económicas dirigidas a satisfacer las necesidades de las personas mayores de 65 años que nunca tanto como hoy han adquirido mayor relevancia.
El estudio publicado hace un exhaustivo recorrido por todas las posibilidades que abre esta actividad para las empresas en nuestra comunidad autónoma ya que la población mayor de 65 años va a tener un mayor peso en el futuro en todos los países desarrollados y se espera que, además, tenga gran capacidad económica, buen estado de salud y tiempo, por lo que se convertirá en un segmento de mercado “atractivo” para el sector empresarial. Para bien y para mal, este futuro demográfico ya está en Galicia por lo que nuestro territorio puede ser un “laboratorio de aprendizaje anticipado” para las empresas gallegas que pueden conseguir una ventaja competitiva al obtener experiencia en la provisión de bienes y servicios para mayores lo que les permitirá expandirse en el futuro a otras áreas geográficas.
Tal y como se indica en el estudio, el Estado y las Administraciones públicas tienen varios retos referidos a la Silver Economy como es facilitar la incorporación de la empresa gallega a este nuevo mercado, adaptar las infraestructuras para mayores (normativas sobre edificios, ciudades, automóviles autónomos, etc.), regular y supervisar las dotaciones residenciales y sanitarias y sostener la provisión de recursos económicos a los séniors (pensiones y transferencias complementarias) para sostener financieramente del Estado de Bienestar y del sistema de pensiones.
Igualdad en el entorno laboral
En los tres años que Ardán lleva realizando un estudio sobre igualdad de género en el entorno laboral de Galicia se han registrado ciertas mejoras y este año parece constatarse que el Índice IG aporta un ligero avance de las empresas encuestadas en materia de igualdad laboral. Su valor promedio (472 puntos) supone un crecimiento de más del 10% respecto al valor del año 2019 (426 puntos), aunque es todavía insuficiente para alcanzar el tramo aceptable de la escala de igualdad. Una buena noticia, en esta edición, hay más empresas y mejores puntuaciones en el tramo superior de la escala.
En el informe también se calcula la Gamma y el Coste de no Igualdad como resultado de comparar la situación real con una hipotética situación de igualdad en cada uno de los tramos salariales de las empresas. Los resultados han sido menos negativos que el año anterior. Aun así, el cálculo teórico de la pérdida neta para las mujeres en el año 2019 ha sido del 3,5%, es decir, las mujeres en las empresas gallegas dejan de percibir, de media, 17.380 euros por no encontrarse en una situación de equilibrio en su empresa.
Indicadores
Una edición más Ardán ha identificado a las compañías gallegas que obtienen mejores resultados en distintos factores relacionados con el desempeño competitivo. Este año se detectaron 1.625 empresas con alguno de los 9 indicadores Ardán: Alto rendimiento, Alta productividad, Gacela, Bien Gestionada, Generadora de Riqueza, Empresa Global, Empresa Circular, Empresa Igual en Género y Empresa Innovadora lo que supone que de las 35.000 empresas analizadas solo un 5% alcanza los criterios para obtener algún indicador de buenas prácticas empresariales.
En nombre de la Universidad de Vigo, que a través de los grupos de investigación ECOBAS y bajo el marco de desarrollo de la Cátedra Ardán, colabora con el equipo técnico de Zona Franca para sacar adelante este importante estudio, el rector Manuel Reigosa señaló que la empresa gallega debe mejorar sus niveles de innovación por lo que ahora, con un planteamiento de país, se deberían aprovechar los fondos europeos para incentivar ese necesario fortalecimiento de la I+D.