Según el Barómetro Global Business Pulse de Grant Thornton
Un 80% de los empresarios gallegos cree que sus ingresos caerán este año por culpa del covid
El Global Business Pulse es un informe que Grant Thornton realiza desde 1992 para conocer las tendencias, percepciones, decisiones y expectativas de las empresas de cara al corto y medio plazo. En su última entrega, centrada en el análisis del impacto que la pandemia ha provocado en el tejido empresarial, la firma ha entrevistado entre julio y septiembre a 5.000 directivos de empresas de 35 países de todos los sectores económicos, de tamaño medio-grande (entre 50 y 500 empleados), 400 de ellos en España.
De las entrevistas realizadas a ejecutivos de nuestra Comunidad se desprende que casi la mitad de los empresarios gallegos consideran que deberán reducir sus costes o reestructurar su negocio para poder seguir operando por culpa del impacto del covid-19. Además de recortes y restructuración financiera, los ejecutivos entrevistados se verán obligados a buscar nuevas fórmulas de financiación tanto privadas como públicas. Concretamente un 15% reconoce que baraja un plan futuro en este sentido, si bien todavía existe un porcentaje importante de directivos gallegos (40%) que se ven con capacidad suficiente para seguir operando, haciendo uso de recursos propios. Una cifra que se encuentra 13 puntos por encima de la media española (27%).
La evolución de la pandemia ha generado una respuesta rápida en estos primeros meses de impacto entre los empresarios en Galicia. En concreto, 7 de cada 10 directivos aseguran haber implantado ya el teletrabajo o la jornada flexible. Esa es de hecho la medida más predominante de las adoptadas hasta ahora para hacer frente al coronavirus, seguida de cerca por los ajustes en la estrategia de negocio (65%) y por los cambios en los patrones de trabajo de las operaciones (60%).
Los directivos gallegos se han visto obligados también a recurrir a los ajustes temporales o permanentes de personal (30%), ligeramente superior a lo reconocido por la media española (27%).
La gestión de efectivo también ha sido y sigue siendo crítica, y, en general, las empresas gallegas han preferido acudir a ayudas de la Administración en lugar de a financiación externa. Entre las compañías encuestadas por Grant Thornton, la principal medida para garantizar el cash flow ha sido la conversión de efectivo inactivo en capital de trabajo (40%), seguido de acudir a la solicitud subvenciones del gobierno y de ventajas fiscales (35%). 3 de cada 10 empresarios en Galicia también optaron por la vía de la negociación con los propios clientes para intentar adelantar los pagos.
Destaca en este punto también el interés que los directivos gallegos han mostrado por la búsqueda financiación a través de inversores externos. El 20% de los encuestados reconoce haberlo hecho durante la época de pandemia, en línea con la media del resto de España (21%).
“En un contexto en que, en especial durante el confinamiento, los flujos de efectivo han sido un grave problema para las empresas, resulta positivo comprobar que la mayoría han optado por llevar a cabo múltiples estrategias a la vez para mantener unos buenos niveles de liquidez”, apunta Eva Hernando, socia de Legal / Mercantil de Grant Thornton en la oficina de Vigo. “También cabe destacar que las medidas de apoyo financiero introducidas por el gobierno han sido un salvavidas para el mid-market español, si bien las empresas deben tomar consciencia de que no van a durar para siempre, y que es imperativo empezar a trabajar para ser más resilientes”.
Principales ayudas públicas solicitadas por la empresa gallega
Sobre las medidas gubernamentales más concretas a las que se han acogido los directivos gallegos en esta pandemia, encabezan la clasificación la presentación de expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE )y la reducción del horario laboral de empleados, ambos con un 30%, seguido de las facilidades de crédito (25%) y el apoyo para implantar el teletrabajo (15%). Destaca sin embargo el porcentaje que afirma no haberse beneficiado de ninguna de las medidas emprendidas por el gobierno, que se sitúa en un 50%, muy por encima de la media en España (24%) y siendo la región con un porcentaje más alto.
Sobre los ERTEs, un 25% de los encuestados por Grant Thornton afirma haber recurrido a esta fórmula. De entre los mismos, solo un 40% prevé reincorporar al 100% de los trabajadores afectados, de modo que 6 de cada 10 empresarios ya admite que su plantilla se verá reducida tras la pandemia.
Medidas para la vuelta a la normalidad
Preguntados sobre qué medidas han empezado a plantear de cara a la relativa vuelta a la normalidad tras el confinamiento, los empresarios gallegos se muestran ligeramente inferior (33%) que con la media en España (38%), que es además uno de los países más previsores de nuestro entorno, superando en 9 puntos a la media europea, 11 puntos a Alemania y 5 a Francia.
En lo que se refiere a Galicia, de entre esas medidas planteadas con antelación, destacan las relativas a reforzar la seguridad de los centros de trabajo con un 70%, seguida por las orientadas a dotar a sus empresas de los recursos financieros necesarios para seguir operando con normalidad (45%) y la de la priorización de productos o servicios (40%).
José Ramón Cuervo, socio de Fiscal de Grant Thornton en la oficina de Vigo, apunta a que “es una muy buena noticia que nuestros empresarios lideren la clasificación europea de los más concienciados en materia de prevención, incluso durante una segunda ola de contagios. También es importante que tengan presente que la gestión de la liquidez va a seguir siendo crítica, sobre todo a medida que se vayan retirando medidas de choque como los créditos ICO. La agilidad y la resiliencia serán fundamentales para la supervivencia en los próximos meses. Las empresas deberán seguir abiertas haciendo a veces las cosas de manera diferente, e incorporar nuevas prácticas para garantizar la supervivencia y el crecimiento después de la pandemia”.
El estudio a cargo de Grant Thornton también ha revelado que las empresas gallegas se muestran decididas a cambiar sus estrategias después del covid-19 porque la pandemia ha hecho aflorar áreas de mejora. Tras la crisis, el 70% tratará de mejorar los procesos de gestión de crisis, el 55% buscará implementar más tecnología y acelerar su transformación digital y el 50% tenderá hacia una mayor flexibilidad organizativa. En este sentido, los empresarios gallegos se muestran convencidos de que la recuperación vendrá de la mano de la transformación digital, en línea con la media del resto de España (58%) y muy por encima de la europea (36%).
Perspectivas de futuro
Las perspectivas futuras de los empresarios gallegos revelan preocupación por la evolución inmediata de sus negocios. Un 80% de los empresarios consultados cree que sus ingresos caerán este año respecto al anterior, en línea con la media española (76%), si bien se encuentran muy por encima de la media europea (67%) y mundial (66%). Preguntados sobre la gravedad de ese descenso, un 30% de las empresas gallegas cree además que bajarán más de un 20% en 2020.
El porcentaje de directivos gallegos que afirma que la pandemia no les afectará está seis puntos por encima de la media española. Un 15% asegura que no verá disminuido su negocio por el impacto del covid, en línea con la media europea (15%) y cerca de países como Alemania (22%).
Entre los empresarios nacionales que reconocen que la pandemia le ha representado una oportunidad de crecimiento, los gallegos son los que menos se reconocen en esta opción. Sólo un 5% aseguran que incrementarán sus ingresos a final de año, lejos de la media española (13%) y europea (11%).
“Si bien ha habido una indudable disminución en las expectativas de ingresos y beneficios, y 2020 no será un año fácil hasta que la economía empiece a desbloquearse, es reconfortante ver que una parte de las empresas mantienen perspectivas optimistas”, afirma Eva Hernando. De hecho, preguntados sobre cuánto creen que tardarán en volver a los niveles de negocio anteriores a la pandemia, un 35% de los empresarios gallegos confían en que ocurra en entre 3 y 6 meses y un 10% que lo haga en menos de tres meses. Incluso en ese aspecto vuelven a encontrarse argumentos para la esperanza. Ningún directivo gallego cree que sus empresas no van a resistir hagan lo que hagan, en contraste con la media europea (6%) y mundial (8%).