Galicia es la novena comunidad con la tasa más alta
El 8% de los hogares gallegos se encuentra en situación de pobreza energética
Es un dato que recoge el estudio ‘La pobreza energética en España: Aproximación desde una perspectiva de ingresos’, elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universidad de Barcelona entre los años 2011 y 2017. El estudio ha sido publicado por la Fundación Naturgy y presentado durante el seminario sobre ‘Políticas y medidas contra la pobreza energética’.
El estudio revela que el 8% de media de los hogares gallegos se encuentra en situación de pobreza energética. Esta tasa media alcanzó un pico máximo del 9,1% en 2014 y, a partir de entonces, descendió paulatinamente hasta el valor mínimo de 2017, un 6,4%. Entre 2011 y 2017, los ingresos anuales de estas familias fueron de 21.461 euros, con unos gastos anuales de energía de 1.101 euros Se trata del octavo menor gasto en energía de España, por detrás de Canarias, Comunidad Valenciana, Andalucía, Asturias, Murcia, Extremadura y País Vasco. La tasa de pobreza energética alcanza en España a una media del 8,3% de los hogares.
Según esta investigación, un 14,2% de los hogares de Galicia en situación de pobreza energética tiene a su sustentador principal desempleado, frente al 6,3% de los hogares que no se encuentran en estas circunstancias. El estudio señala que la probabilidad de que un hogar se encuentre en situación de pobreza energética en España aumenta un 9,3% cuando el sustentador principal está desempleado. Se trata de la variable con mayor impacto de todas las analizadas.
A partir de la investigación de la Cátedra de Sostenibilidad Energética, se puede configurar un perfil de los hogares españoles en situación de pobreza energética: están ubicados en áreas rurales o con menor densidad de población; viven en régimen de alquiler; en edificios de 25 años o más, y en zonas con condiciones meteorológicas extremas de calor o frío; y son hogares unipersonales o monoparentales, sustentados en buena parte por mujeres.
En el caso de Galicia, siete de cada diez hogares en pobreza energética (72,9%) se ubican en edificios que tienen más de 25 años de antigüedad. Además, el 50,2% de las familias son unipersonales y un 4% monoparentales.
“Los datos demuestran que la pobreza energética es una dimensión más de la pobreza en general, y por ello las medidas para paliar la pobreza energética deben abordarse con políticas sociales, que permitan incrementar los ingresos de las familias, y con políticas de eficiencia energética, para promover la reducción del gasto”, explica el estudio.
La investigación plantea una aproximación a la pobreza energética desde la vertiente de los ingresos de los hogares, en base al análisis económico de la relación entre la pobreza energética, el consumo energético y los elementos vinculados a la renta de las familias. En este sentido, concluyen que se trata de un problema complejo, que debe resolverse desde diferentes perspectivas.