El macroestudio económico de Ardán está considerado como uno de los documentos clave para calibrar la posición y proyección de los agentes del ecosistema empresarial de Galicia. El documento, presentado por tres de los catedráticos e investigadores integrados en la Cátedra Ardán de la Universidad de Vigo, ofrece información de alto valor añadido y conforma una imagen detallada de utilidad para la mejora de la competitividad y el desempeño de las distintas organizaciones, así como para los mercados. El marco global en el que se han recopilado los datos responde a un contexto de superación de la pandemia, de continuación de la recuperación y de fuerte repunte de la inflación a escala global.

Con este escenario, uno de los indicadores más relevantes que recoge el documento del informe es el de los ingresos de explotación, que alcanza, aproximadamente, los 110.000 millones de euros, cifra que supera notablemente los 93.500 millones registrados en la anterior edición. En cuanto a la aportación al PIB de Galicia, la información actualizada fija la cifra en los 26.000 millones de euros de valor añadido bruto (siendo de 23.698 millones de euros en el ejercicio precedente).

El documento recoge igualmente la evolución de las empresas, indicando que el 50 % alcanza crecimientos superiores al 15% en sus ingresos y en el valor añadido bruto; y que sus resultados crecen en más de un 28 %. Finalmente, en la comparativa de la evolución de las facturaciones de las empresas gallegas con respecto a la media española, ambas continúan inmersas en una estable senda de crecimiento con valores muy parejos, aunque la capacidad para crear riqueza en las gallegas supera, en un punto porcentual, a la media española.

En la presentación del informe, Ana María Mejías, vocal sustituta del Delegado Especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Vigo, puso el foco en “el significativo esfuerzo innovador de alguno de los principales sistemas productivos de Galicia” como los registrados en actividades de Información y Conocimiento (3,41%), Servicios Profesionales (2,46%), Pesca (2,27%), Maquinaria y Equipo (2,13%), y la Automoción y equipo para transporte (1,36%), que “registran un patrón estable de esfuerzo innovador por encima de la media”, situada en el 1,01 % de la facturación.

Con respecto a las líneas de financiación en las innovaciones implementadas por las empresas, identifica que “aumenta significativamente el peso de la financiación con fondos públicos”, que pasa de un 12,7% a un 38,4% reduciendo así la aportación de capital privado necesario. “Se percibe, por tanto, el extraordinario empuje de los Fondos Next Generation y las oportunidades que brindan para financiar proyectos innovadores y tecnológicos que permitan a las empresas gallegas mejorar su competitividad y adaptarse a los nuevos retos del mercado”.

Por último, destacó que “en esta edición 1.432 empresas superaron los exigentes criterios para alcanzar alguno de los 10 indicadores Ardán. Estas empresas son referentes indiscutibles de nuestra economía y un ejemplo de excelencia en la gestión empresarial”.

La visión de los investigadores 

Uno de los miembros de la Cátedra Ardán de la Universidad de Vigo, el profesor Santiago Lago Peñas, profundizó en su intervención en la situación de “La economía gallega en tiempos de policrisis: entre la resiliencia privada y el apoyo público”. Aseguró el catedrático que “las respuestas públicas a las crisis recientes, incluida la pandemia de covid-19 y la crisis derivada de la invasión de Ucrania, han sido más intensas y acertadas en comparación a lo ocurrido en la Gran Recesión”, a lo que añadió que “las medidas adoptadas en respuesta a la crisis de precios derivada de la invasión de Ucrania son de magnitud menor en comparación con las derivadas de la pandemia, pero incluyen una variedad de acciones para compensar rentas y subidas de costes. Las empresas fortalecieron herramientas y protocolos digitales, aumentaron el uso de canales en línea con los clientes y ampliaron el teletrabajo. Los créditos ICO y los ERTEs son percibidos como las herramientas más importantes y útiles por las empresas”.

Análisis de medio millar de empresas internacionalizadas

Por su parte, el catedrático Miguel González Loureiro centró su intervención en “La internacionalización de la empresa gallega - Indicador de empresa global”. Incidió en que los principales aspectos de potencial internacionalizador son la combinación eficaz de las diversas partes de la cadena de valor, la innovación en productos/servicios o tecnología y la capacidad de respuesta rápida a movimientos de la competencia. “Las empresas que deseen internacionalizarse deben prestar atención a mejorar en dichas capacidades para entrar y competir con éxito en los mercados internacionales”.

Para el diagnóstico de la internacionalización de la empresa gallega en el informe Ardán 2023 se analizaron 516 empresas, de las cuales un 44% tuvieron ingresos derivados de mercados internacionales en 2022. En su radiografía destacó que “no sólo son empresas internacionalizadas en ventas sino también en compras (22% d a mercados internacionales) lo que les permite afrontar a la competencia con costes más equilibrados que las no internacionales. Estas empresas tardaron de media casi nueve años en acceder a su primer mercado internacional desde la fecha fundacional y tardaron otros seis años más en tener su primera subsidiaria en el exterior”. Sin embargo, lanzó una advertencia: “La gestión proactiva de riesgos derivada de operar en mercados internacionales es uno de los aspectos que más deben mejorar. También el número y horas de formación del equipo internacional merece una reflexión, a la vista de la rapidez de cambios en el entorno y novedades tecnológicas que pueden afectar a la internacionalización de la actividad empresarial”.

Igualdad de género en las empresas gallegas

Por último, la también catedrática Belén Fernández-Feijóo, abordó el capítulo de “La igualdad de género en la empresa gallega” constatando que “a partir de una muestra de 449 empresas gallegas, los resultados en esta edición no reflejan avances en igualdad laboral”, lo que corrobora resultados anteriores sobre segregación horizontal (distinta distribución de hombres y de mujeres en las funciones de la empresa) y segregación vertical (menor presencia de mujeres en los puestos de mayor jerarquía).

“Cabe destacar a las 41 empresas que en 2023 han alcanzado el distintivo de Empresa Igual”, apuntó, para acto seguido alertar de que “el valor promedio del total de empresas de la muestra pone de manifiesto un estancamiento en el nivel de igualdad laboral por género, que no solo puede atribuirse a razones meramente coyunturales, sino a cierto inmovilismo estructural que puede estar frenando el progreso empresarial en igualdad”.