El presidente del Círculo de Empresarios de Galicia, Manuel Rodríguez, que abrió este acto, aludió al papel que Vieites desarrolló durante décadas como secretario de Anfaco-Cecopesca, “un potente lobby en el sector de la alimentación”. Rodríguez reparó en que el término ‘lobby’ ha comenzado “a empoderarse y va perdiendo ese matiz negativo con el que era percibido por una parte de la sociedad”.

“Disponer de asociaciones capaces de influir en los distintos estamentos administrativos ha sido siempre vital para el mundo de la empresa y, como se ve con el Corredor Mediterráneo, para la economía territorial”, señaló Rodríguez, para incidir a continuación en la demanda del Corredor Atlántico. Sobre este punto, Manuel Rodríguez ofreció el Círculo “como colaborador leal y socio activo en la demanda del imprescindible Corredor Atlántico”, una demanda que coincide plenamente con la reivindicación de la CEG.

“Vamos a ver si traemos al Comisionado del Corredor Atlántico a Vigo”, apostó Vieites, aceptando de buen grado la oferta de colaboración del Círculo. “Las infraestructuras son necesarias para ser atractivos, competitivos y eficaces”.

Marcos imprescindibles

En su intervención en la Tribuna del Círculo, Juan Manuel Vieites hizo un repaso de los principales indicadores de la economía gallega, para mostrarse optimista de cara a este año, si bien condicionó este ánimo a que “continúe el constitucionalismo en Galicia, que la política ayude y sea amigable con el mundo empresarial”.

El presidente de la CEG no ocultó sin embargo su preocupación por el mercado laboral del país. En este sentido, resaltó que España es el país de la OCDE que más personas mayores de 55 años expulsa del mercado laboral, al tiempo que mantiene una tasa de paro del 30 % (21 en el caso de Galicia) entre los menores de 25 años. Mientras, las empresas gallegas necesitan más de 15.000 perfiles que no encuentran.

Incrementar la inversión empresarial, cambiar el modelo productivo y poner el foco en las personas en una economía cada día más digitalizada, deben ser objetivos irrenunciables para empresas y gobiernos.

Se necesita para ello, en opinión de Vieites, un marco jurídico estable y un marco fiscal sencillo. Sobre el primero, el presidente de la CEG calificó como “asfixia normativa” la producción anual de 12.000 normas en España. “En los últimos años, se han redactado 414.000 normativas, de las cuales 286.000 corresponden a las comunidades autónomas”, relató. La inversión empresarial precisa “evitar dudas e interpretaciones. No se puede condenar un proyecto antes de nacer: no hay plan financiero que resista tantas normas”.

Respecto al marco fiscal, “necesitamos una fiscalidad inteligente, con tipos óptimos para crecer, y no penalizar el dimensionamiento”.

Vieites, que defendió un “gobierno estable, no radical”, apeló al apoyo político a la empresa. “Somos la solución, no el problema. Es la empresa la que crea riqueza y empleo, y necesita que la política sea amigable con el mundo empresarial”, afirmó. “A veces oímos ocurrencias que van en sentido contrario, como esa propuesta de penalizar a Stellantis, Estrella Galicia o Inditex: es una política desincentivadora de la inversión y de lo que debe ser una economía abierta y global”.