Según sus organizadores, un año más se confirma el éxito del formato de esta feria que gira en torno a encuentros B2B alrededor de una mesa a la que se sientan el bodeguero que produce vinos de calidad y el potencial comprador nacional o internacional que muestra preferencia por las variedades autóctonas, que valora la forma de producir vinos de las bodegas de carácter familiar y que sabe lo que busca y lo que necesita para el mercado en el que trabaja.

La satisfacción de los expositores de esta edición ha sido generalizada y, tal y como indica Chisco Santiso de Singular Galician Cellars, uno de los expostores, “esta feria nos permite reunirnos en dos días con, como mínimo, 20 importadores interesados a priori en los vinos que producimos. Eso no nos lo ofrece ninguna otra feria del sector”. Otro de los expositores, Santiago Roma, explicaba que “esta feria me permite reunirme tranquilamente con el importador, explicarle quien soy y lo que hago, presentarme yo y presentar a mi vino. Los contactos que se hacen aquí son muy buenos y por eso somos muchos los que repetimos”.

Esta 8ª edición de Ourense Vinis Terrae concluye habiéndose celebrados en total más de 1.000 citas de negocios y atrayendo a más de 700 visitas, ya que además de la misión de importadores, participaron en la feria profesionales de la restauración, hostelería o distribución del sector del mercado nacional. Ourense Vinis Terrae ha contribuido por lo tanto a avanzar en la internacionalización de los vinos gallegos y “en promocionar la calidad del medio rural gallego que se merece que todas las instituciones hagamos una gran apuesta para defenderlo y esta cita es un perfecto ejemplo”, indicó el director de la Agencia Gallega de Calidad Alimentaria-AGACAL, Manuel Rodríguez, durante su visita al salón en la que participó en gran parte de las actividades programadas en su segunda y última jornada.