La jornada fue presentada por la secretaria general de la Cámara santiaguesa, Rosa Mary Cardeso, y contó con Juan Carlos de la Torre, quien habló de los aspectos legales que suponen la normativa en relación a la obligatoriedad del registro horario que entró en vigor el 12 de mayo. De la Torre aclaró dudas legales generadas entre los empresarios, pymes y autónomos que asistieron a la sesión.

Pymes y autónomos son los más perjudicados por una normativa que parece que no previó las particularidades de cada actividad empresarial, y que choca con las nuevas formas de trabajo, con el empleo por objetivos, la distribución irregular de jornada para favorecer la conciliación o las empresas que trabajan en distintos países con husos horarios diferentes.

La jornada ademáis contó con María Piñeiro del departamento de Recursos Humanos de la Empresa Seguridad A1, quien habló de esta implementación obligatoria del registro horario como una ventaja competitiva. De este modo la empresa tendrá un conocimiento fiable de cuanto tiempo trabaja cada empleado, así como un mayor manejo del tiempo de trabajo efectivo. El control horario ayudará a saber quién es más productivo y quién no.

Como apuntó María Piñeiro, el cambio de la cultura empresarial nos lleva a pensar que el trabajador excelente es aquel que está en constante cambio. Con este cambio cultural se premia el trabajo efectivo, y se apuesta por la conciliación de la vida laboral y familiar.

Desde este domingo todas las empresas deberán disponer de un sistema de control para registrar la jornada laboral efectiva de sus empleados, en el que se refleje el horario de entrada y salida de cada uno de ellos.