“Queremos que la interprofesional siga ganando en representatividad y acogeremos con los brazos abiertos al resto de organizaciones del palangre de superficie que quieran unirse”, afirmó Juan Carlos Martín Fragueiro. Una idea que fue secundada posteriormente por el director xeral de Pesca de la Xunta, Antonio Basanta, y por el director general de Ordenación Pesquera y Acuicultura de la Secretaría General de Pesca, Ignacio Gandarias. Los tres se refirieron a las ventajas que traería consigo esta unión en torno a un arte de pesca que, como se comprobó en las mesas redondas de estos dos días, es el más sostenible y selectivo de todos, pero está siendo atacado por parte de algunas organizaciones pseudo-ecologistas con “mensajes falsos que  algunos consumidores  se creen”.

En su discurso, Antonio Basanta, resumió la actividad de Interfish y las organizaciones que la conforman en tres palabras; “sostenibilidad, competitividad y proactividad”, al tiempo que insistió en el mensaje de unidad porque que “es fundamental para que la sociedad sepa que esta flota es plenamente sostenible”.

Por su parte, Ignacio Gandarias fue muy crítico con la deriva medioambientalista de la Unión Europea: “Nuestro marco de debate es la política común de pesca y en ella no están recogidas las últimas decisiones que se están adoptando”, señaló, además de  recordar que el término sostenibilidad sí está recogido en la reforma pesquera “y es el que está basado en el rendimiento máximo sostenible de las pesquerías”. Gandarias ahondó en la necesidad de “ganarnos el respeto social de los consumidores” y animó al conjunto del sector a integrarse en interprofesionales entidades asociativas más amplias.

Cinco mesas de debate 

Gabriel Ocaña, asesor jurídico de Interfish-España fue el encargado de resumir y extraer las conclusiones de las diferentes intervenciones que se sucedieron en las cinco mesas de debate programadas durante el congreso.

El desconocimiento del significado real de la palabra sostenibilidad y la necesidad de que todas las partes involucradas en la pesca se pongan a negociar para ajustar los términos precisos (gobernantes, ciencia, consumidores, sector) fue uno de los mensajes de los participantes en la primera mesa que analizó el papel de las administraciones públicas en la sostenibilidad pesquera. También se habló de la presión a la que se ve sometido el palangre,  “que debe ser contrarrestada con la aportación de datos sólidos, actuales y objetivos” y de la idoneidad de “un cambio de imagen sobre las propiias especies y su aprovechamiento, internamente desde el sector y externamente donde participen las ONGs, en cuestiones tan actuales como el finning”.

En la segunda mesa, en la que se abordó la sostenibilidad desde el punto de vista de la pesquería, el sector lamentó que “a pesar de creer que lo estamos haciendo bien, los resultados no parecen acompañarnos, por lo que se hace necesario invertir más y mejor en nuestras prácticas y muy especialmente en cómo trasladar lo que hacemos, quienes somos, qué hacemos, al conjunto de la sociedad”. Se expuso asimismo la “duda razonada” sobre la operatividad que implica la aplicación de la entrada en CITES de la tintorera a los efectos de su comercio “Esperemos que no termine por entorpecer la viabilidad económica de la producción como ya pasó con el marrajo”.

Los participantes señalaron asimismo que, “a pesar de que la visión de la pesca a nivel mundial no es muy buena, la pesquería de palangre goza de una magnifica salud, es sostenible y está en el lado bueno de la historia”. En este sentido, tanto ICCAT, a través de su presidente, como WWF reconocieron la injusta persecución que está sufriendo el sector.

La mesa de la ciencia puso de manifiesto que las evaluaciones científicas realizadas por la tintorera y el pez espada indican el buen estado de estas pesquerías, de las que se tienen datos suficientes para su buena gestión, “no sucede esto con el marrajo, donde todavía no existen datos de alta calidad”.

Entre los proyectos de innovación relacionados con el sector, se presentaron algunas conclusiones del SusTunTech, una iniciativa europea, liderada por España, que en base a unos algoritmos, a la aportación de datos científicos y la inteligencia artificial ha conseguido ahorrar el 35% del tiempo de pesca  y hasta un 51% de consumo de fuel.  En este sentido, se subrayó que la tecnología pesquera está avanzando más que la propia ciencia y en su consecuencia, dejando por detrás a las propias instituciones que deben realizar las regulaciones; “es necesario un alineamiento entre los distintos actores”.

En la mesa de la distribución se destacó que el consumidor no entiende bien y no tiene un concepto claro de sostenibilidad, así ha quedado reflejado en diferentes estudios que consideran que “hay una percepción cambiante en donde influyen las nuevas tecnologías, las situaciones personales del ciudadano, la información que tiene a su disposición”. En esta línea, todos recalcaron que una etiqueta privada no es signo inequívoco de sostenibilidad. “Cumplamos las exigencias comunitarias, que ya es suficiente”.

Por último, las directoras de las interprofesionales de la leche (InLac) y del vino (OIVE), así como la directora de Comunicación y Marketing de Navalia, coincidieron en las muchas similitudes entre estos sectores con la pesca y apostaron por una estrategia de comunicación continuada en el tiempo para revertir el desconocimiento ciudadano sobre todo lo que implica la actividad pesquera  y el esfuerzo que se está realizando por parte del sector para mejorar constantemente.

El congreso organizado por Interfish-España volverá a Vigo el año que viene para poner el foco sobre los temas de actualidad que afectan al palangre de superficie y sus especies objetivo.