Última sesión del grupo REACTIVACIÓN 2021
Inade analiza el impacto del covid en sector textil, universidad y corredurías
El grupo de trabajo REACTIVACIÓN 2021, cordinado por el director de Fundación Inade y del Instituto Atlántico del Seguro Adolfo Campos Carballo, director de ambas organizaciones, e integrado por el presidente de la Fundación, José Ramón Santamaría Barreiro, distintas sociedades de correduría de seguros y dos asociaciones de corredurías de seguros, da por concluida su misión tras celebrar 11 reuniones.
Durante este webinar se analizó la situación del sector textil y la moda en Galicia, gracias a la presencia de Alberto Rocha Guisande, secretario general Cointega; y se explicó cómo será el regreso a las aulas en la Universidad de A Coruña, con la intervención de su rector, Julio Abalde Alonso.
La sesión arrancó con las “Reflexiones para la reactivación”, a cargo de Enric Freire, coordinador del canal Vivo Seguro de La Vanguardia. Comenzó su reflexión recordando que el principal contratiempo para la reactivación es que, “la causa que originó esta crisis, el coronavirus, sigue presente” y que, además, “tiene otros enemigos tan temibles como el propio virus, que son el desánimo, la desconfianza, la desesperación...”. Para superar este desánimo, el invitado se centró en señalar los aspectos más esperanzadores que se vislumbran en el horizonte económico. Por un lado, indicó que “las empresas necesitarán escuchar más que nunca al mercado. Disponer de información, ser ágiles y flexibles serán, sea cual sea el sector, elementos vitales para activar el negocio”. Por otro, señaló la gran oportunidad que supone para nuestro país la llegada de 140.000 millones de euros de la Unión Europea, no solo por la inyección de liquidez, “sino porque es una declaración de intenciones por parte de la Unión Europea y por el futuro del proyecto común”.
Impacto en el sector textil
Tras él intervino Alberto Rocha Guisande, secretario general de Cointega, Clúster del Textil-Moda, un sector que ya tenía dificultades antes de la llegada de la crisis: “El cliente lo quiere todo, quiere ver la ropa en una tienda física y también poder comprarla online. Una empresa pequeña no tiene tanto músculo”. También se enfrentaba al reto de la sostenibilidad: “La ropa low cost es de mala calidad, permite muy pocos usos y genera muchos residuos. Muchos tejidos son plásticos y tardan años en desintegrarse”, explicó Alberto Rocha.
El secretario general del clúster apuntó hacia la proliferación de un nuevo modelo de negocio: las tiendas físicas como un lugar en el que se presta un servicio de asesoramiento, no tan enfocadas a la venta y más centradas en aportar valor añadido. También señaló la importancia de la fusión de empresas para conseguir un tamaño mínimo para sobrevivir: “¿Cuántas empresas de moda han consolidado su marca en la última década?”, preguntó Rocha. Él mismo respondió que muy pocas.
Sobre las medidas de seguridad implantadas por el COVID-19 en las tiendas, Alberto Rocha comentó que el protocolo elaborado por Cointega en colaboración con la Administración y que ha servido de referencia en otros puntos de España, se centra en detectar los puntos críticos (entrada, probadores, prendas y caja) y establecer barreras que frenen al virus. Alberto Rocha comentó: “Es importante conseguir que un sitio sea seguro, pero también mostrar a los posibles clientes que lo es”. Por último, Adolfo Campos le preguntó por la relación del sector textil y la industria aseguradora. “El seguro es un socio importante, en todos los ámbitos y, para nosotros, especialmente en crédito. En Galicia contamos con muy buenos profesionales que continuamente están innovando para darnos soluciones”, respondió Alberto Rocha.
Después intervino Julio Abalde Alonso, rector de la Universidad de A Coruña, que compartió con los asistentes cómo vivió la UDC el cierre de las aulas. “El día 13 suspendimos las clases, en teoría, para dos semanas. El 14 de marzo se declaró el Estado de Alarma y los planes que teníamos para formar a los profesores también se complicaron”, relató el rector. “Sin embargo, todo fue muy bien, y ese mismo lunes la docencia telemática estaba en marcha. En pocos días en la Universidade da Coruña interactuaban online más de 40.000 alumnos”, explicó. En el campo de la investigación sí que se vivió un pequeño parón, pero desde el primer momento cada grupo pensó como podía ayudar. Su misión fue poner sobre la mesa propuestas y soluciones, y algunos colaboraron con el Gobierno para frenar la expansión del virus y/o paliar sus efectos. “En 10-12 días se presentaron hasta 15 proyectos en relación con la crisis del COVID-19”, afirmó el rector de la UDC. Sobre el regreso a las aulas universitarias en la universidad herculina, su rector afirmó que tendrá lugar el 21 de septiembre, dos semanas después de la fecha prevista.
No obstante, Julio Abalde asegura que tendrán previsto que en algún momento sea necesario prescindir de la docencia presencial y todas las herramientas estarán preparadas. “Caminamos hacia la enseñanza híbrida. Es cierto que esto ha venido para quedarse, pero reforzar la integración alumno profesor sigue siendo importante”, afirmó. Los alumnos volverán a la universidad el próximo 21 de septiembre, y lo harán a un metro y medio de distancia y con mascarilla. “El aforo de las aulas se reducirá a un 35%-36%”, afirmó Julio Abalde, que a su vez es consciente de que en clases prácticas o de laboratorio, en las que se trabaja en equipo, será imposible mantener esta distancia de seguridad.
Por último, el rector de la UDC comentó la incorporación de un responsable de evaluación de riesgos online. “Estamos muy preocupados por la ciberseguridad”, comentó Julio Abalde. La incorporación de esta figura acerca a la Universidade da Coruña a la creación de un Departamento de Gerencia de Riesgos en la universidad, que tal y como ha sugerido Fundación Inade en varias ocasiones, debería hacerse en conjunto con el resto de las universidades gallegas.
La crisis del covid-19 en las corredurías de seguros
Tras la intervención de Julio Abalde comenzó la tertulia del grupo de trabajo, que giró entorno a la situación que la crisis del COVID-19 ha dejado en sus negocios al cierre del primer semestre del 2020. El grupo, formado por corredurías de seguros, pero también por asociaciones de corredores de seguros, aporta dos puntos de vista. En líneas generales, los representantes de las corredurías coinciden en que el crecimiento del negocio ha caído. Empresas que esperaban crecer más de un 10%, en junio no alcanzan el 5%. Existen excepciones, como la de la gallega NB21, sobre la que su representante afirma “haberle ido especialmente bien”.
Con respecto a las asociaciones, coinciden en que la crisis del COVID119 debe aprovecharse como una oportunidad para impulsar la formación y aumentar el valor añadido. “Probablemente no se cumplan nuestras expectativas, pero debemos aprovechar esta oportunidad para formarnos en otros ramos y ofrecer cosas nuevas a nuestros clientes”, afirmó Luis López Visús, director general de ESPABROK