“La digitalización y la innovación no son una meta: son un camino. Digitalizar no precisa de laboratorios, sino de voluntad empresarial, adquisición de tecnologías y adaptación continua de trabajadores y todo ello tiene impacto en la cuenta de resultados”, subrayó Jorge Cebreiros, presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) para resumir que la supervivencia empresarial pasa por la digitalización.

En ese proceso, el papel de las administraciones públicas, coincidieron los expertos, ha de ser acompañar e impulsar las decisiones y estrategias empresariales, con diferentes opciones de financiación o recursos puestos a disposición de las empresas, e, incluso, agilizando y simplificando sus propios procesos, como indicó el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Juan Manuel Vieites.

“Se está produciendo un cambio de era, una redefinición del modelo productivo, y la digitalización es un aliado para impulsar, con inversiones a veces relativamente pequeñas, importantes saltos cualitativos”, apuntó Francisco Conde, vicepresidente segundo de la Xunta de Galicia y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, quien alabó el gran potencial de Galicia para seguirle el ritmo a los desafíos de la digitalización, por sus centros tecnológicos y su cultura de emprendimiento, fuertemente arraigada.

También la secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia e Innovación, Teresa Riesgo, abogó por sacar todo el partido del que denominó “ecosistema innovador” de Galicia -en relación tanto a esos mismos centros tecnológicos como a las universidades-, y a las aportaciones valiosísimas de la Agencia Galega de Innovación (GAIN) y del Consorcio de la Zona Franca de Vigo (CZFV), agentes muy implicados y activos en proyectos de gran importancia.

Durante su intervención, el delegado de la Zona Franca de Vigo, David Regades,  valoró como imprescindible el desarrollo de capacidades digitales que permitan defender la independencia estratégica del tejido productivo de Europa, en relación a la excesiva dependencia de proveedores foráneos.

Al hilo de esta idea, agradeció la complicidad de la Universidad de Vigo, siempre alerta ante los cambios en el entorno productivo y en la demanda de perfiles profesionales, con la que trabajan, dijo, en un proyecto que permita instalar en Vigo una fábrica de microchips de la que también se beneficiarían Galicia, España y toda Europa. Esos tres años de ventaja se adelantaron a la actual necesidad, tan acuciante, de disponer de proveedores alternativos, que ha puesto el foco en esta carencia continental.

La directora de la Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia (Amtega), Mar Pereira, trasladó el mensaje de que si la respuesta a la pandemia había sido de contingencia, es responsabilidad de todos posicionar a Galicia en el futuro, pero exige valentía y estrategia. “La pyme no es experta en tecnología; hay que darle instrumentos de acompañamiento y hablar en un lenguaje cercano”, advirtió.

“El elemento diferencial va a ser el talento y las personas que contribuyan a diseñar proyectos potentes”, apuntó Pereira, antes de referirse a los ejes vertebradores en torno a los que la Unión Europea perfila el futuro a medio plazo: infraestructuras; talento y capacitación y adaptación tecnológica de las empresas y de las administraciones públicas.

Por su parte, Manuel Ángel Alonso, director del territorio Norte de Telefónica, aportó que España está en la tercera posición mundial en conectividad -con una capacidad superior a la de Alemania y Francia-, sólo por detrás de Japón y Corea del Sur. La desventaja, advirtió, es que no aprovechamos ese potencial. Sin embargo, se mostró convencido de que Galicia puede ser un ejemplo diferenciador en la implantación del 5G, logrando su despliegue simultáneo en el rural y en el ámbito urbano.

Formación

Captar y retener talento será tan importante como la formación y la capacitación del capital humano con el fin de adaptarlo a las exigencias de la digitalización. Así, Ismael Rego, coordinador de Formación y Empleo del Servicio Público de Empleo (SEPE), opina que la formación tiene que acercar la oferta de especialidades a la demanda de perfiles, y subrayó la importancia de no sólo actualizar contenidos, sino también metodologías.

Manuel San Juan, director de la Asistencia Técnica empresarial en Fundae, lamentó la rigidez del sistema actual de formación e hizo hincapié en la necesidad de formar más y más rápido, recurriendo a microformaciones, para abastecer al mercado laboral de los perfiles digitales necesarios, con una sensibilidad especial hacia la brecha de género que existe entre los profesionales tecnológicos.

San Juan felicitó a la CEP por ser una de las cuatro organizaciones empresariales seleccionadas a nivel nacional para participar en el Proyecto trabajamos en digital, en colaboración con CEOE y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Al abordar la manera de ejecutar un proceso de digitalización de manera eficaz, el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, aseguró que en su caso, fue una llamada de atención de un empresario la que puso sobre aviso de la creciente demanda de perfiles técnicos, lo que les permitió aumentar las plazas y diversificar las especialidades.

Las cuatro mesas de expertos abordaron cuestiones tan importantes como: el cambio cultural, las necesidades formativas, cómo ejecutar un proceso de digitalización eficaz y las ayudas disponibles para las empresas.

Este foro forma parte de la programación que la CEP desarrolla como colaboradora de la Oficina Acelera Pyme de la Asociación de Empresas de Tecnología de Galicia (INEO). Cebreiros recordó a los presentes que la oficina pretende responder a las necesidades de transformación digital poniendo el foco en la competitividad y la productividad de las pymes, en un proceso de acompañamiento gratuito.